Descubren en Argentina la cola de un armadillo gigante de hace 700.000 años
El Museo Paleontológico de San Pedro, ubicado en la provincia de Buenos Aires, cuenta con una nueva pieza de gran valor histórico, una cola fosilizada de un armadillo gigante que vivió en el final de la edad Ensenadense, hace más de 700.000 años.
El hallazgo se produjo cuando el
operario Fausto Capre estaba excavando con su máquina a unos 10 metros de
profundidad en una cantera, y observó un objeto que le llamó la atención, ante
lo que llamó a un equipo de paleontólogos que confirmó la naturaleza de la
pieza, que tiene cerca de un metro de longitud y pesa 43 kilogramos.
Si bien los hallazgos de fósiles
son comunes en la zona, este destaca por su antigüedad, por pertenecer a una
época de la que se desconocen muchos datos sobre las gigantes especies que
habitaban el continente, como es el caso de este armadillo, que tendría un peso
superior a los 1.000 kilogramos, 4 metros de largo y una coraza de unos 5
centímetros de espesor, lo que lo convierte en una especie de "tanque de
guerra viviente", como dijo a Efe el paleontólogo José Luis Aguilar.
UNA ÉPOCA DE ANIMALES GIGANTES
"De este periodo de tiempo
realmente es poco lo que se conoce de muchos integrantes de la fauna
sudamericana que caminaban por estos lugares, cada vez que encontrás un fósil
de finales de la edad Ensenadense siempre encontrás que ese animales tiene
diferentes adaptaciones (...)..ves que son más toscos, más corpulentos, tienen
un gigantismo diferente, un gigantismo mayor", señaló Aguilar, director
del Museo Paleontológico de San Pedro.
Esta época esta considerada como
el "pico de una respuesta evolutiva", por la que los animales
herbívoros naturales de Suramérica aumentaron su tamaño para defenderse de la
llegada de nuevos predadores procedentes de norteamérica cuando ambos
continentes se unieron hace entre 3 y 4 millones de años.
"Desde América del norte
vinieron carnívoros como los tigres diente de sable, los perros salvajes, los
felinos... todo un montón de carnívoros que no estaban en sudamérica que
empiezan a depredar a esos animales herbívoros como los perezosos gigantes
(...). La respuesta evolutiva es que después de unos cientos de miles de años estos
animales empiezan a hacerse más grandes como diciendo 'me hago más grande para
que te sea mas difícil atacar'", agregó.
UNA TRAMPA NATURAL
En esta misma zona se encontraron
varios fósiles de distintos animales en un espacio reducido, ya que en este había
un pantano que actuaba como una "trampa natural" para los animales.
"A finales de esta edad
Ensenadense toda esa zona fue un antiguo pantano, un antiguo humedal, era como
una trampa natural, los grandes bichos venían a comer atraídos con las pasturas
o a beber agua y se encontraban con un piso muy blando y terminaban hundidos y
muriendo en ese pantano, es como que fue una trampa que estuvo cazando animales
durante cientos de años o miles", subrayó.
Esta fósil fue retirado del lugar
por Aguilar y Julio Simonini, otro de los paleontólogos del equipo, y deberá
ahora ser tratado para retirar la capa de sedimentos que lo rodea, conocida
como tosca, y esperan que una vez finalice este proceso, la cola, o tubo
caudal, pueda ser expuesta en una de las salas del museo.
Los visitantes, que desde hace
poco más de un mes pudieron volver a ingresar al museo tras más de 10 meses de
cierre por la pandemia de coronavirus, podrán contemplar uno de los fósiles más
antiguos de la región.
"De este género en
particular, y de este momento del tiempo, este final de la Ensenadense, acá en
la zona no existen piezas, las piezas que se han encontrado corresponden a un
fechado entre 20 y 40 mil años, mucho más modernas", concluyó Aguilar. EFE
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