Científicos alemanes entrenan a las vacas “para ir al baño”
Los gases de efecto invernadero están al tope de la agenda global y ahora todos los males apuntan a las vacas. Lejos de mirar como principales motivadores de la contaminación a industrias o a vehículos con combustión fósil, muchos apuntan a mejorar las variables de la actividad ganadera.
Se suma a este contexto toda la descarga animalista
que intenta anular la producción de alimento de origen animal. Sin embargo, las
respuestas son más sólidas que todas las confabulaciones disponibles.
En un documento de Science Direct, científicos
alemanes desarrollaron una investigación sobre un sistema de entrenamiento para
el ganado vacuno: les enseñaron a usar un espacio puntual para poder orinar,
con lo que el amoniaco que contienen, puede controlarse antes que este provoque
efectos negativos en el ambiente, al mezclarse con la tierra y las heces
emitiendo óxido nitroso.
Esta herramienta se suma al señalamiento del ganado
vacuno sobre la liberación de gas metano que se expulsa por la boca a causa de
la rumia, sin embargo las miradas segmentadas sobre el tema no contemplan el
círculo virtuoso de captura de carbono que hace el ciclo ganadero completo.
El método denominado “Mooloo” es muy sencillo, ya
que a los animales que orinaban en el lugar correcto se los premiaba con una
bebida dulce o cebada, mientras que a los que lo hacían en donde no
correspondía se los mojaba suavemente para corregir el comportamiento.
La evacuación indiscriminada de excretas por el
ganado contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero y a la
contaminación del suelo y el agua, siendo más altas las emisiones en los
espacios de cría. Lo que se puede denominar como “el enigma del asesino del
clima” se puede resolver determinando un lugar específico (letrina) ayudaría a
resolver este dilema al permitir la captura y el tratamiento de las excretas en
condiciones agrícolas más espaciosas.
Para orinar se requiere autocontrol y coordinación
de una compleja cadena de comportamientos, incluida la conciencia de la vejiga,
la anulación de los reflejos excretores, la selección de una letrina y
relajación intencional del esfínter uretral externo. Los intentos de entrenar
el uso del baño en el ganado hasta ahora solo han tenido un éxito parcial, a
pesar de que su excreción y el control neurofisiológico asociado son similares
a los de las especies capaces de usar el baño
Utilizando un procedimiento de entrenamiento basado
en recompensas y encadenamiento hacia atrás, Neele Dirksen, Jan Langbein, Lars
Schrader, Birger Puppe, Douglas Elliffe, Katrin Siebert, Volker Röttgen y
Lindsay Matthews demostraron que el ganado puede controlar su reflejo de
micción y usar una letrina para orinar. Los animales pueden aprender a
responder y revelar experiencias internas a través de comportamientos operantes
adecuadamente entrenados, proporcionando así otra forma de explorar sus estados
subjetivos.
Fueron 16 terneros en dos lotes de ocho los que se
sometieron a entrenamiento individual para ir al baño en un procedimiento de
tres pasos. En la primera fase (entrenamiento en letrinas), los terneros fueron
confinados a un área distintiva y cada evento de micción fue recompensado con
comida. El aumento de la frecuencia de orientación hacia la recompensa a medida
que avanza el entrenamiento demostraría el éxito en llevar la micción bajo
control de las recompensas. La capacitación en letrinas también se diseñó para
establecer la letrina como el lugar correcto para la evacuación.
Se observó una orientación rápida y confiable hacia
la recompensa (aprendizaje) en 10 de 16 terneros. La pendiente media de las
curvas de aprendizaje calculada desde la primera micción acompañada de la
orientación de la recompensa hasta la última micción para los terneros que se
orientaron a la recompensa, que fue significativamente más empinada que la de
los terneros que no se orientaron de manera confiable a la recompensa.
Es decir, el comportamiento de micción en el ganado
puede modificarse mediante recompensas.
En la siguiente fase (entrenamiento para ir al
baño), se evaluó el autocontrol de toda la secuencia de uso del baño y el grado
en que la letrina se había establecido como el lugar correcto para evacuar. La
autoiniciación y el autocontrol de la micción demostraría que los terneros
tienen la capacidad de atender y responder a las señales que surgen de las
experiencias internas, mostrando así conciencia interoceptiva.
Los terneros accedieron a la letrina desde un
callejón a través de una puerta activada por animales y salieron de la letrina
después de cada micción. Las micciones iniciadas en la letrina fueron
recompensadas, al igual que el entrenamiento en la letrina, pero las micciones
iniciadas en el callejón fueron seguidas inmediatamente por un estímulo
desagradable (rocío de agua de tres segundos).
De los 16 terneros, 11 aprendieron rápidamente el
control de los reflejos urinarios y el 77% de las secuencias incluyeron orinar
en la letrina.
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Referencia: https://news.agrofy.com.ar/noticia/196783/inedito-asi-entrenan-vacas-ir-bano
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