Corea del Sur inicia la construcción de su acelerador de protones
Investigadores de la Subgerencia de Tecnología y Aplicaciones de Aceleradores de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) viajaron a Corea del Sur para llevar a cabo la primera etapa del montaje y armado de un acelerador de protones de alta corriente, que funcionará en el KIRAMS (Korean Institut of Radiological and Medical Sciences).
La CNEA y el Instituto KIRAMS habían firmado un
contrato de innovación tecnológica para transferir un acelerador de protones de
alta corriente como primer paso para avanzar con una máquina completa para la
Terapia por Captura Neutrónica en Boro (BNCT), una técnica novedosa que permite
el tratamiento de algunos tipos de cánceres para los cuales no hay abordaje
posible con las técnicas convencionales disponibles.
Como parte de este convenio, durante el año 2020 y
parte de 2021, se fabricaron y entregaron todas las piezas del instrumento a
Corea del Sur, que actualmente está siendo montado por personal especializado
de la CNEA en el KIRAMS, un instituto asociado a un hospital de Seúl en el que
se hace investigación y desarrollo en medicina nuclear y radioterapias.
El objetivo es que, con este acelerador de protones
de alta corriente, los científicos coreanos avancen en el manejo de BNCT
gracias a la experiencia de los investigadores argentinos. La exportación
consiste en un prototipo de menor energía que la final requerida para los
tratamientos, que les permitirá conocer los principios del funcionamiento de la
técnica.
¿Qué es BNCT?
La Terapia por Captura Neutrónica en Boro, más
conocida como BNCT, es un tipo de radioterapia que está indicada para el control
local de algunos tumores sólidos (aquellos que afectan tejidos del organismo,
excluyendo los del sistema circulatorio), infiltrantes y muy radioresistentes.
Puede usarse en caso de melanoma, que es el cáncer de piel más agresivo, y en
otros tipos de cáncer (cerebro, cabeza y cuello, hígado y pulmón).
A diferencia de otras modalidades radioterapéuticas,
BNCT tiene capacidad de poder generar daño localizado a escala de células
individuales, logrando minimizar la dosis entregada al tejido normal que está
cercano al tumor.
Hasta ahora este tipo de terapia se ha ensayado en
reactores de investigación (por ejemplo, en el RA-6 del Centro Atómico
Bariloche), los cuales se usan como fuente de neutrones. Sin embargo, estas
instalaciones tienen un nivel de radioactividad que exige grandes blindajes y
una operación muy compleja que dificulta su instalación en hospitales.
Pensando en estas complicaciones, surgió el proyecto
de desarrollar y construir en la CNEA un acelerador que sirviera para producir
fuentes de neutrones utilizables para BNCT, y que además se pudiera instalar en
centros de salud. De hecho, una gran ventaja de este acelerador de partículas
es que una vez apagado no produce radiación ni tampoco genera radioactividad
residual, por lo que tiene una operación más simple y segura.
Un acelerador,
múltiples aplicaciones
Este tipo de aceleradores de alta corriente tiene
muchas otras aplicaciones además de su prometedora aplicación en BNCT. Algunas
de ellas son: producción de radioisótopos de usos médicos e industriales;
estudios de daño por radiación inducido por neutrones; detección de materiales
nucleares especiales, explosivos y drogas en cargamentos marítimos y aéreos.
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