Europa completará su primer enjambre de más de 30 satélites Galileo en 2024
Los satélites Galileo de segunda generación están en "plena producción" y ya hay fecha para lanzar los primeros, pero antes hay que completar la actual constelación: Europa, en los próximos tres años, pondrá en órbita otros 12 satélites que mejorarán la navegación sumando más precisión en el posicionamiento.
Estos 12 satélites, de unos 750 kilogramos cada uno
e idénticos a los que ya están en órbita, completarán un enjambre de más de 30
satélites que ofrecerán nuevas ventajas para los usuarios, explica a Efe
Francisco Javier Benedicto, nombrado nuevo director de programas de navegación
por satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Entre ellas, una mayor precisión en el
posicionamiento a la hora de usar aplicaciones como Google Maps o una mayor
rapidez en la sincronización del dispositivo con el sistema de satélites:
"cuantos más satélites capte tu receptor, más pronto sintoniza con ellos,
más precisa es la posición y más disponible es el servicio en entornos
difíciles de recepción, como en zonas urbanas".
Galileo, el sistema global de navegación por
satélite europeo, lanzó sus primeros vehículos experimentales en 2005 y 2008, y
en la década siguiente fue poco a poco creando una constelación de satélites
colocados en una órbita a 23.000 kilómetros de la Tierra.
El sistema comenzó a proporcionar servicios
iniciales en diciembre de 2016 y en la actualidad son 22 satélites los que
emiten señales de navegación, detalla el ingeniero español, quien sustituirá a
Paul Verhoef en el cargo, al que se incorporará el próximo 16 de febrero.
Hay otros cuatro en órbita, uno averiado que no se
usa y tres que podrían servir de repuesto; dos de estos se quedaron en una
órbita diferente a los de la constelación nominal por un fallo en la propulsión
del cohete, cuando fueron lanzados en 2014, recuerda Benedicto.
UN ENJAMBRE
CON UN MÍNIMO DE 24 EN FUNCIONAMIENTO
"Estamos prácticamente acabando con la
producción de los 12 satélites adicionales, idénticos a los que ya están en
órbita. Seis de ellos están en el Centro Europeo de Investigación y Tecnología
Espacial de la ESA (ESTEC), en la ciudad neerlandesa de Noordwijk, finalizando
los últimos ensayos antes de ser llevados a la base de lanzamiento",
señala Benedicto.
Ahora hay dos en el puerto espacial de Kurú, Guayana
Francesa, que despegarán el 1 de diciembre de madrugada hora española.
El objetivo es tener una constelación con más de 30
satélites en órbita en 2024, de los cuales, como mínimo, 24 operacionales, que
ofrezcan más ventajas en servicios de geolocalización.
Pero también para el transporte -aéreo, ferroviario
y marítimo-, para mejorar la búsqueda y el salvamento, para aplicaciones
espaciales, ingeniería civil, agricultura o sismología.
Galileo, afirma Benedicto, está a nivel mundial: el
99 % de los dispositivos inteligentes actuales vienen equipados con este
sistema que convive con otros. Europa y Estados Unidos firmaron un acuerdo de
interoperabilidad en 2004, por lo que en todo el mundo los receptores funcionan
con Galileo y con el estadounidense GPS.
Si bien en Estados Unidos estos son los dos únicos
sistemas autorizados, en otras regiones se usa además el ruso Glonass y el
chino Beidou.
Al principio, admite el ingeniero español, Estados
Unidos vio a Galileo como competidor. Y es que si bien su uso es en su mayoría
civil también da prestaciones para seguridad y defensa.
Al contrario que GPS, que nació prácticamente para
uso militar, Galileo ha sido concebido como un programa para uso civil
ofreciendo, además, un servicio de uso exclusivo gubernamental. Ahora, más que
competidor, Galileo es "un cooperador", que además es "más
preciso que el GPS debido a su tecnología más avanzada".
SIGUIENTE
CAPÍTULO: "GALILEOS" DE SEGUNDA GENERACIÓN
La vida útil de los satélites actualmente es de
12/15 años y la tecnología, además, evoluciona, de ahí la necesidad de diseñar
y desarrollar nuevos, más flexibles y con prestaciones más elevadas.
"A fin de atender la evolución de las necesidades
de los usuarios, la ESA está a cargo de las tareas de modernización del sistema
Galileo. Los satélites de segunda generación van a ser completamente
reconfigurables una vez en órbita. Cuatro, cinco o diez años después del
lanzamiento podremos cambiar la forma en la que los satélites transmiten las
señales al usuario", indica.
La ESA ha firmado ya dos contratos de producción y
cada uno recoge el desarrollo de seis satélites -en uno de los consorcios hay
gran participación de la industria española-. Ahora están "en plena
producción" y la previsión es lanzar los primeros a finales de 2024.
El plan es poner en órbita un total de 24 satélites
de segunda generación, que convivan con la primera constelación.
UNA VISIÓN DEL
ESPACIO MÁS CERCANA A LOS CIUDADANOS
Benedicto, que hasta ahora había estado al mando del
programa Galileo en el seno de la ESA, asumirá en su nuevo puesto otros
proyectos.
El programa de navegación de la ESA que dirigirá
tiene bajo su paraguas Egnos (de ayuda a la navegación de aviación comercial en
ruta, aproximación y aterrizaje); el programa NAVISP (de soporte a la
innovación de nuevas tecnologías de navegación); y el programa de I+D
propiamente dicho.
"Desde la ESA, en estrecha colaboración con la
Unión Europea, impulsamos una visión del espacio que se acerque cada vez más a
lo que los ciudadanos necesitan, en la Tierra y la exploración del
universo".
Desde el espacio se puede contribuir a afrontar los
retos de nuestra sociedad, como el control del cambio climático, la seguridad y
gestión de crisis medioambientales o la mejora de las comunicaciones en zonas
rurales tan necesarias para el tele-trabajo, la tele-educación o la
tele-medicina, concluye el recién elegido director de navegación / EFE
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