Registran 26 nuevas especies de anfibios y reptiles en Perú
Las áreas naturales protegidas (ANP) nos brindan un motivo más para celebrar nuestro Bicentenario, ya que el Santuario Nacional cordillera de Colán, en Amazonas, sorprende al Perú y el mundo con 26 nuevas especies de anfibios y reptiles.
El descubrimiento es parte del estudio de
investigación desarrollado por el herpetólogo peruano Pablo Venegas de Corbidi,
con el apoyo del personal de guardaparques y especialista del Servicio Nacional
de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), que abarcó zonas tanto
al interior como colindantes al ANP.
Como parte de la investigación, se organizaron dos
expediciones a las inhóspitas montañas de la cordillera de Colán, llegando
hasta la cumbre que no había sido estudiada a profundidad.
Cada una de las expediciones duró 20 días y entre
ambas registraron 53 especies de anfibios y 13 de reptiles, de las cuales 22 de
anfibios y 4 de reptiles serían nuevas para el santuario.
De este total, hasta el momento, se han descrito
cuatro especies: la rana marsupial Gastrotheca gemma sp. nov. (descrita en
abril pasado) y el sapo de montaña Rhinella moralesi.
En cuanto a las ranas de desarrollo directo Lynchius
waynehollomonae y Oreobates colanensis, fueron recientemente descritas para la
ciencia en la revista Neotropical Biodiversity.
Ambas especies fueron halladas en los bosques de
neblina ubicados en la zona colindante al santuario nacional, en los
territorios del área de conservación privada Copallín y la concesión para
conservación Cerro El Adobe.
Estas ranas de desarrollo directo pertenecen a la
familia Brachycephalioidea, uno de los grupos de anfibios más diversos del
planeta, que se caracterizan por no sufrir metamorfosis de renacuajo a rana,
debido a que nacen completamente desarrolladas como reproducción en miniatura
de una rana adulta.
En el caso de la Lynchius waynehollomonae, posee una
piel granosa y patas largas, características que la hacen diferente a la
mayoría de sus congéneres que son de piel lisa con cuerpo rechoncho y patas
cortas. Además, es la única que habita en la ecorregión Yungas.
Mientras que la Oreobates colanensis posee un patrón
de manchas coloridas en las ingles y superficies internas de las piernas, y es
la única especie andina del género Oreobates, que llega hasta el norte.
Respecto al sapo de montaña Rhinella moralesi, es de
regular tamaño con ejemplares que alcanzan hasta los nueve centímetros de
largo.
Fue descubierto por primera vez en el Parque
Nacional Río Abiseo en 1999 por la herpetóloga Lily Rodríguez y luego entre el
2008 y el 2019 por el herpetólogo Pablo Venegas en seis localidades más,
ubicadas entre los 1,788 y 2,305 metros de altitud en las regiones Amazonas y
San Martín, incluyendo la zona aledaña al santuario.
Para el desarrollo de este estudio se contó con el
financiamiento del Critical Ecosystem Partnership Fund, por medio de
Profonanpe, fondo ambiental del Perú.
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