La Luna artificial china: Una máquina para levitar
El gobierno chino desarrolló una Luna artificial, ¿para qué? Aquí te contamos todo lo que se sabe sobre este curioso proyecto.
Como salido de una película de ciencia ficción, esta
semana se viralizó una noticia sobre el desarrollo de una Luna artificial,
fabricada por el gobierno chino.
La noticia fue replicada en todos los medios del
mundo, pero la mayoría de los lectores no terminaron de entender la razón
detrás de esta innovación.
A continuación te contamos los detalles de este
peculiar desarrollo científico, que podría ayudar a la exploración espacial y
revolucionarla en más de una forma.
Cuando se anunció que China había desarrollado una
“Luna artificial“, algunos incautos pensaron que se trataba de una especie de
nave espacial que replicaría la apariencia de nuestro satélite.
Si bien, la tecnología china no es exactamente eso,
es más impresionante de lo que podrías creer.
En realidad, se trata de una instalación de
investigación científica, dentro de sus paredes se están dando los últimos
detalles a una especie de pequeño simulador que puede replicar las condiciones
físicas y climáticas de la Luna.
Es decir, se trata de un pequeño dispositivo
acondicionado para simular las condiciones de la Luna. Aunque suena menos
impresionante que una “Luna falsa”, es más importante de lo que crees.
En primer lugar, desarrollar la tecnología que
simula el entorno de baja gravedad lunar no es fácil.
Para lograrlo, científicos chinos desarrollaron
tecnología de campos magnéticos, bajo los mismos principios que hace 25 años
habían permitido hacer “levitar” a una rana en Reino Unido.
En el experimento de 1997, se hizo uso de magnetos
para equilibrar la gravedad de la rana, y le permitió levitar con un equilibrio
estable.
Conseguir realizar lo mismo con un pequeño
laboratorio no es nada fácil, y requirió mucho esfuerzo, tecnología y dinero.
La tecnología que permitirá funcionar a esta
innovación china fue desarrollada en 1997 por el científico británico Andre
Geim, en el ya mencionado experimento de la rana flotante.
En su momento, por lo curioso de levitar a una rana,
Geim ganó el IG Nobel de ese año, los premios que se dan a los inventos más
ridículos.
La levitación de la rana de Geim fue posible gracias
a los principios de levitación diamagnética.
Se trata de un tipo de levitación que se consigue al
aplicar un campo magnético externo a los átomos de un objeto.
Con esto, los electrones modifican su movimiento,
produciendo su propio campo magnético para oponerse al externo.
Normalmente, se consigue con ayuda de magnetos, que
tienen que ser suficientemente fuertes como para que la fuerza magnética de
repulsión entre él y el campo de los átomos “venzan” la gravedad y permitan
levitar al objeto.
Curiosamente, por sus estudios sobre el grafeno,
Geim ganó el premio Nobel de Física -ahora sí el auténtico- en el 2010.
De acuerdo con medios locales, la Luna artificial
china se pondrá a levitar este mismo año en Xuzhou, en la provincia de Jiangsu.
Gracias a su tecnología basada en el magnetismo se
podrá replicar las condiciones de la Luna en una cámara de vacío de 60
centímetros.
Si todo sale bien, la cámara podrá mantenerse
flotando indefinidamente, lo que permitirá llenarla de rocas y polvo para
imitar la superficie lunar.
Ahora bien, ¿para qué servirá esta Luna artificial?
China tiene planeado lanzar una misión tripulada a la Luna, incluso construir
una base permanente en nuestro satélite.
Este ambicioso plan necesita, para conseguirse, de
mucha tecnología que se está desarrollando actualmente, y los especialistas
chinos piensan que es mejor probar su tecnología antes de lanzar sus misiones.
Es decir, la Luna artificial servirá para probar la
tecnología que están desarrollando los científicos chinos, en entornos de baja
gravedad prácticamente igual a la de la Luna.
Los especialistas podrán ver de primera mano cómo se
deforman los materiales en las condiciones de la Luna, así como el tiempo de
resistencia de los mismos.
La idea es aprovechar esta Luna falsa para evitar
problemas, y poder probar sin demasiado gasto y con mucho mayor control la
tecnología que actualmente se mantiene en desarrollo.
.-
Comentarios
Publicar un comentario