¿Cómo será el rostro de los seres humanos en un millón de años?

 

Si las especies se encuentran en constante evolución, esto indicaría que los humanos también lo hacemos. Por ello, no es descabellado pensar en cómo será el rostro de las personas en un futuro.

Y eso fue precisamente lo que trataron de hacer los científicos de la Aarhus University, en Dinamarca, quienes se dieron a la tarea de estudiar cómo sería la evolución del rostro humano en un millón de años.

La razón del estudio es simple: el primer homínido apareció en la Tierra aproximadamente hace 4 millones de años. Desde entonces, su rostro ha cambiado en diferentes puntos de la historia natural, como por ejemplo con la aparición de la agricultura, fenómeno que cambió no solo la dieta sino también las prácticas humanas, haciendo cambiar la apariencia física de los seres humanos.

Thomas Mailund, profesor de bioinformática de la universidad y uno de los investigadores a la cabeza de este ejercicio, señaló al medio británico BBC: “Sabemos cuáles genes están involucrados en la construcción de un cerebro que sea bueno para recordar los nombres de las personas. Podríamos cambiar eso”.

De esta forma, sostiene que la ciencia llevará a que el siguiente punto relacionado con la evolución humana sea la capacidad de modificar de manera artificial nuestros órganos.

¿Qué tiene que ver eso con el rostro del futuro? Pues bien, ese tipo de prácticas cambiaría el estilo de vida de las personas, y, como sucedió en el pasado, este cambio traería también modificaciones físicas a los humanos, incluyendo su rostro.

De esta forma, avances científicos en desarrollo como los implantes cerebrales mejoraría la capacidad sensorial de las personas, así como otros desarrollos mejorarían y optimizarán nuestros órganos.

Y no es algo, de hecho, muy lejano. Ya la empresa Neuralink, del multimillonario Elon Musk, avanza en el diseño y construcción de implantes cerebrales.

A esto se le suma otro tipo de implantes que, si bien parecen sacados de un cuento de ciencia ficción, ya hay muchos investigadores trabajando en ellos. Es así como, al igual que ya hay personas con brazos mecánicos, también podría haber, por ejemplo, con un ojo metálico.

Y a esto se suma otra variable, también un poco ligada a la literatura de ficción, pero que sin duda es otra apuesta científica a escala global, que es eventual migración a otros planetas, los cuales, al tener otras condiciones físicas, como la gravedad, luz y atmósfera, tendría, en un millón de años, un claro efecto en la forma del rostro.

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