Un fósil de 4.800 años de antigüedad muestra una madre abrazando a su bebé en Taiwán

 

En Taiwán apareció uno de los fósiles humanos más excepcionales que hayamos descubierto. Con 4800 años de antigüedad, se trata de una madre abrazando a su hijo.

Un equipo de investigadores inició una campaña de excavación en An-ho, un yacimiento arqueológico del Neolítico situado en la ciudad taiwanesa de Taichung. Entre 2014 y 2015 estuvieron desenterrando restos con los que estudiar la zona y sus habitantes.

Aunque actualmente el yacimiento se encuentra a diez kilómetros de la costa, se piensa que durante la época que vivieron esta madre y su niño el litoral de la isla era distinto al actual, por lo que An-ho sería un asentamiento costero. Una idea que podrían confirmar los más de 200 dientes de tiburón que los investigadores han encontrado entre las viviendas, depósitos de cenizas y tumbas del yacimiento.

Los humanos solemos tener en nuestra casa y enterrarnos con objetos a los que les damos valor, por lo que esos dientes de tiburón sugieren que el mar era importante para esta población.

Además de los recursos que pudieran obtener del mar, es posible que estos habitantes de la zona central de la isla fueran los primeros agricultores de Taiwán. Se les identifica como la cultura dabenkeng, quienes llegarían a la isla hace 5000 años. Así lo informó Chengwha Tsang, de la Academia Sinica de Taiwán:

“Los dabenkeng fueron los primeros agricultores de Taiwán, y es posible que hayan venido de las costas sur y sureste de China, hace unos 5000 años. Es la cultura neolítica más antigua que se ha encontrado hasta ahora en Taiwán”.

Las excavaciones realizadas a lo largo de todo el año de campaña descubrieron restos humanos en un total de 48 enterramientos. Entre los hallados se encuentran cinco niños, pero, sin duda, la pieza más espectacular es la que tiene como protagonista a una mujer que sujeta a un niño en sus brazos. El fósil fue trasladado al Museo Nacional de Ciencias Naturales de Taiwán. Chu Whei-lee, comisaria del Departamento de Antropología del museo dijo sobre el hallazgo

Los restos fósiles se han conservado lo suficientemente bien como para que veamos claramente la escena, en la que se hace difícil no imaginar lo que parece un gesto cariñoso entre la mujer y el bebé. Es por ello que se ha dado por hecho que estamos ante una madre y su hijo. La mujer enterrada era joven y el niño entre sus brazos rondaría los seis meses de vida.

Se desconoce qué pudo causar la muerte de ambos. Pero estos hallazgos y el ajuar funerario que acompañaba a las personas enterradas suponen ricas fuentes de información para estudiar el pasado prehistórico de Taiwán.

Es posible que la madre y su bebé fueran enterrados en la casa donde vivían, una costumbre habitual entre muchas culturas del pasado en todo el mundo. Pero se necesita seguir investigando para confirmar esta idea.

Lo que sí es una evidencia es que los cuerpos de las tumbas excavadas fueron enterrados en dirección norte-sur y con la espalda hacia el fondo, la cabeza mirando hacia arriba de la tumba, a diferencia de otros enterramientos de Taichung, en los que se encontraron los cuerpos boca abajo.

El equipo de investigación pudo extraer ADN de los restos y su análisis ayudará a estudiar la cultura dabenkeng y su expansión por Taiwán y otras islas de Oceanía.

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