El ser humano dominó el fuego hace 400.000 años

Un hallazgo en un yacimiento de Suffolk demuestra que los homínidos ya sabían encender fuego de forma deliberada hace 400.000 años, un avance clave para la evolución humana

Los seres humanos fueron capaces de encender fuego de manera intencionada hace al menos 400.000 años, mucho antes de lo que se creía hasta ahora. Así lo demuestra una investigación liderada por el British Museum en un yacimiento situado cerca del pueblo de Barnham, en el condado de Suffolk, al noreste de Londres. El descubrimiento, publicado este miércoles en la revista Nature, supone un cambio profundo en el conocimiento sobre los orígenes de una de las habilidades más decisivas de la humanidad.

Un giro decisivo en la historia humana

La capacidad de crear fuego marcó un punto de inflexión en la evolución humana. No solo permitió protegerse del frío, sino también cocinar alimentos, socializar tras la caída del sol y colonizar territorios más hostiles, factores estrechamente ligados al desarrollo del cerebro.

Hasta ahora, aunque existían indicios del uso del fuego por homínidos hace cerca de un millón de años en África, se consideraba que se trataba de incendios naturales aprovechados de forma ocasional. La evidencia más antigua de encendido deliberado se situaba hace unos 50.000 años en la actual Francia.

Un yacimiento clave en Barnham

El equipo del British Museum ha logrado demostrar que en Barnham se produjo fuego controlado de forma consciente hace 400.000 años. El yacimiento, conocido desde finales del siglo XIX, ofreció un primer indicio en 2021, cuando se identificaron sedimentos calentados de manera intencional.

Tras cuatro años de análisis minucioso, los investigadores confirmaron que las cenizas halladas no podían explicarse por causas naturales. El momento decisivo llegó con el hallazgo de pirita de hierro, un mineral utilizado para generar chispas.

La prueba definitiva: pirita y herramientas

El momento clave fue el descubrimiento de pirita de hierro”, explicó Nick Ashton, curador del British Museum y autor principal del estudio, durante la presentación de los resultados. Este mineral es extremadamente escaso en la región, lo que indica que fue transportado expresamente para encender fuego.

Junto a la pirita se encontraron hachas de piedra, que podrían haber sido utilizadas para golpearla y producir la chispa necesaria. Además, en las proximidades del yacimiento aparecieron fósiles de neandertales, lo que lleva a los investigadores a atribuir esta capacidad a esta especie humana.

Ashton calificó el hallazgo como “el descubrimiento más extraordinario de mis 40 años de carrera”.

Cocinar cambió el cerebro humano

La relevancia del descubrimiento va más allá del fuego como fuente de calor. Según explicó Sarah Hlubik, piroarqueóloga del Saint Mary’s College de Maryland, ajena al estudio, se trata de “un descubrimiento verdaderamente apasionante”.

El dominio del fuego permitió transformar la dieta humana. Cocinar alimentos, especialmente carne, redujo la energía necesaria para la digestión, lo que liberó recursos metabólicos que favorecieron el desarrollo intelectual. “Somos los únicos seres de la Tierra vinculados de forma constante a alimentos cocinados”, subrayó Hlubik.

Un nuevo horizonte para la prehistoria

Este hallazgo reescribe la cronología de una de las capacidades más esenciales del ser humano y refuerza la idea de que los neandertales poseían habilidades técnicas y cognitivas mucho más avanzadas de lo que durante décadas se les atribuyó.

El fuego, más que una herramienta, fue el origen de una nueva forma de vida. Y ahora se sabe que ese paso decisivo ocurrió cientos de miles de años antes de lo que la ciencia había aceptado hasta hoy.

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