La salinidad de los océanos de Encélado puede permitir la vida
Un equipo de investigadores del MIT ha descubierto a
través de modelos teóricos que la salinidad de los océanos en la luna de
Saturno, Encelado, puede ser el nivel adecuado para mantener la vida. En su
artículo publicado en la revista Science Advances, el grupo describe los
factores que influyeron en la construcción de su modelo y las características
de Encelado que se utilizaron para medir la salinidad de sus océanos.
Los datos combinados de las misiones Cassini y
Galileo mostraron que la luna Encélado de Saturno y la luna Europa de Júpiter
tienen potencial para satisfacer tres de las características principales que se
cree que son necesarias para mantener la vida en otros cuerpos celestes: tienen
una fuente de energía, tienen agua líquida y tienen una mezcla de productos
químicos que investigaciones anteriores han demostrado que probablemente sea
necesaria para la vida. Se espera que los aerosoles similares a géiseres de
fisuras cerca del polo sur de Encélado brinden la oportunidad de aprender más
sobre la química y la dinámica del océano que se cree que existe debajo de la
capa helada de la luna. Mientras tanto, los científicos espaciales continúan
observando los datos de las sondas que han pasado cerca de las dos lunas para
determinar si alguna de ellas podría albergar vida. En este nuevo esfuerzo, los
investigadores utilizaron datos de ambas sondas para comprender mejor la
naturaleza de los océanos atrapados bajo conchas heladas.
Encélado aparece casi blanco puro en las fotografías
debido a una capa de hielo que cubre toda su superficie. Pero el hielo tiene
grietas y fisuras, algunas con chorros de agua que escapan a la superficie.
Investigadores anteriores han sugerido que dicha agua puede contener materia
orgánica que podría sustentar la vida. Para aprender más sobre el océano debajo
del hielo, los investigadores crearon un modelo teórico, uno basado en datos de
Cassini y trabajos anteriores que involucraron el estudio de la formación de
hielo en orbes utilizando datos sobre corrientes oceánicas, geometría del hielo
y salinidad oceánica.
El modelo sugirió que los océanos más salados
deberían corresponder a un hielo más grueso en los polos y menos océanos
salados a un hielo más delgado en los polos. Los datos de Cassini ya han
demostrado que el hielo sobre el ecuador de Encélado es más delgado que el
hielo en su ecuador, lo que sugiere que la salinidad del océano debajo del
hielo en la luna es baja, tal vez tan baja como 30 gramos por kilogramo de
agua. A modo de comparación, la salinidad de los océanos de la Tierra es de
aproximadamente 35 gramos por kilogramo de agua. El modelo también mostró
posibles patrones de flujo de corriente debajo del hielo basados en variaciones
de temperatura y posible evidencia de respiraderos de calor en el fondo del
océano.
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