Perseverance halla rocas clave para saber si hubo vida en Marte
Los nuevos estudios recogen los 250 primeros días de
misión, durante los que ha dado "resultados muy importantes", como
encontrar rocas magmáticas.
Perseverance halla rocas clave para saber si hubo
vida en MartePerseverance halla rocas clave para saber si hubo vida en
MarteHandout
El trabajo de Perseverance en Marte ya da sus frutos
y está seleccionando muestras para enviarlas a la Tierra. Rocas que parecen
haber sido alteradas por el agua y son buenas candidatas para albergar materia
orgánica que pueda ser indicador de si en el pasado hubo vida.
Los últimos descubrimientos del robot de la NASA se
describen en cuatro artículos que publican hoy Science y Science Advances, en
los que han participado los españoles Juan Manuel Madariaga, de la Universidad
del País Vasco (UPV/EHU), y Alberto González Fairén, del Centro de
Astrobiología (CAB).
Los nuevos estudios recogen los 250 primeros días de
misión del rover, durante los que ha dado "resultados muy
importantes", como encontrar rocas ígneas (magmáticas) y con alteraciones
acuosas en la base del cráter de Jezero, dice a Efe Madariaga, firmante de dos
de las investigaciones.
Estas rocas pueden ser clave para hallar signos de
vida pasada en Marte y para datar la historia de los magmas en ese lugar.
Perseverance estudia desde febrero de 2021 el cráter
de Jezero, al norte del ecuador marciano y formado por el impacto de un
superbólido. La presencia de ríos que atravesaron la pared del cráter lo
habrían convertido en un lago, según estiman los científicos, y un tiempo
después, aún no precisado, se registraron elementos de vulcanismo.
Una de las investigaciones en las que ha trabajado
Madariaga estudió la alteración por el agua de las rocas. En ellas "hemos
encontrado, por sorpresa", sales cuya presencia en entornos ígneos solo se
pueden hallar porque "en algún momento estuvieron en contacto con el agua,
no se pueden producir de otro modo".
El científico indica que, "en este momento,
este tipo de rocas y lo que contienen en su interior son unos buenísimos
candidatos para albergar materia orgánica que pueda ser indicador de que hubo
vida", pero son unos análisis que no puede hacer Perseverance.
En su periplo, el robot va seleccionando muestras
para ser enviadas a la Tierra en una misión de la NASA y la Agencia Espacial
Europea (ESA), que llegaría aquí en 2033 para ser analizadas en el laboratorio y
obtener respuestas.
Los descubrimientos del rover, que está ahora en la
base del cráter a unos dos kilómetros del antiguo delta, pueden proporcionar
también pruebas para establecer una cronología de su historia geológica y los
investigadores han visto cosas que no esperaban.
En su composición, la base de Jezero es distinta a
lo encontrado en otras zonas adyacentes y "esa es una de las grandes
preguntas que hay que resolver, qué se produjo para que haya esas
diferencias".
El primer "gran fenómeno no esperado" es
que no se han encontrado rocas sedimentarias, en contra de "la gran
hipótesis de partida" porque fue un lago, por el contrario, lo hallado son
rocas ígneas, indica Madariaga.
El equipo considera que la falta de rocas
sedimentarias responde a una fuerte erosión por el viento combinada con la
necesaria erosión química.
Gracias al instrumento Meda, un analizador de la
dinámica ambiental a bordo de Perseverance y liderado por el español Centro de
Astrobiología, se ha visto que allí hay vientos mucho más fuertes que en otras
localizaciones y remolinos, "no sabíamos de ellos hasta que no hemos
llegado".
Los signos de erosión de esas rocas ígneas indican
que han estado "muchísimo tiempo expuestas a ambientes exteriores" y
solo se podrá precisar la edad cuando se examinen en la Tierra, pero se sabe
que son posteriores a cuando se formó el cráter, unos 2.000 millones de años.
Los investigadores barajan dos hipótesis sobre el
origen de estas rocas, que fueran resultado de eventos volcánicos en el cráter
o que hayan sido generadas por corrientes de lavas externas que entraran en él.
Igualmente habrá que esperar a los exámenes de laboratorio para tener más
datos.
Las rocas volcánicas, explica Madariaga, tienen
básicamente tres componentes minerales: olivinos, piroxenos y feldespatos. La
diferente relación entre ellos y la naturaleza química de cada uno está en
función de las características del magma inicial.
En las rocas analizadas, las que proceden de la
parte más alta de la base del cráter tienen una cantidad de olivino casi
despreciable y podrían haberse formado bajo tierra y enfriado lentamente, a
diferencia de las encontradas más abajo.
Perseverance cuenta con participación española, que
se centra especialmente en los instrumentos Meda y Supercam. Este último puede
examinar rocas y minerales marcianos con diversas técnicas para definir sus
características geoquímicas y mineralógicas.
Madariaga destaca que estos instrumentos "están
demostrando que son claves, porque han dado resultados que están condicionado
lo que ahora sabemos y las nuevas hipótesis que estamos formulando".
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