La “madre de la Humanidad” viaja a Europa por primera vez
Los restos de Lucy —un Australopithecus afarensis de 3,18 millones de años— y de Selam, la niña fósil de la misma especie, han salido de Etiopía para presentarse en el Museo Nacional de Praga, en una muestra considerada histórica y única en el mundo
Los
fragmentos óseos de Lucy, descubiertos en 1974 en
la región de Afar (Etiopía), han viajado de forma extraordinaria fuera de su
país de origen para exhibirse en Europa por primera vez. El homínido, que
revolucionó el conocimiento de los antepasados de la humanidad, se expone ahora
en Praga junto a Selam, una niña
Australopithecus hallada 25 años después en el mismo lugar y que vivió unos
100.000 años antes que Lucy.
Ambos fósiles forman parte de la exposición “Orígenes humanos y fósiles”, abierta durante 60
días en el Museo Nacional Checo.
Una exhibición sin precedentes
“Estos esqueletos están entre las exhibiciones más preciadas del patrimonio global y
se presentan en un país europeo por primera vez en la historia”, declaró el
primer ministro checo Petr Fiala
durante la inauguración. Por su parte, la ministra etíope de Turismo, Selamawit Kassa, destacó la relevancia del
acontecimiento: “Es la primera vez que Lucy y Selam se muestran juntas fuera de
Etiopía, lo que convierte a esta exposición en un suceso único”.
Lucy solo había salido
anteriormente para una gira por museos de Estados Unidos (2007-2013), mientras
que Selam nunca había abandonado Etiopía.
La huella de Lucy en la historia
humana
Lucy, cuyo nombre proviene de la
canción de los Beatles Lucy in the
Sky with Diamonds, medía apenas 1,1 metros de altura. Su esqueleto
incluye fragmentos de cráneo, pelvis, fémur y dientes fosilizados. Fue considerada durante décadas la antepasada humana más antigua
descubierta, hasta que otros hallazgos como Ardi (Ardipithecus ramidus, 4,5 millones de años) y Toumai (Sahelanthropus tchadensis, entre 6 y 7
millones de años) ampliaron aún más el horizonte de la familia humana.
Según estudios posteriores, Lucy
era bípeda, aunque con brazos
fuertes que utilizaba para trepar árboles, donde probablemente
se refugiaba por las noches. Investigaciones de 2016 apuntaron que pudo haber
muerto tras una caída desde un árbol,
lo que explicaría fracturas en su esqueleto.
La voz de los descubridores
El estadounidense Donald Johanson, descubridor de Lucy, y el etíope Zeresenay Alemseged, descubridor de Selam,
asistieron a la inauguración. Johanson subrayó la importancia de África en la
evolución humana: “Fue allí donde primero nos separamos de los simios, donde
aprendimos a erguirnos, donde nuestros cerebros comenzaron a crecer y donde los
Homo sapiens evolucionamos”.
“Todos compartimos un ancestro
común, estamos unidos por nuestro pasado, y este es un recordatorio esencial
para la humanidad de hoy”, añadió el paleoantropólogo.
El valor del patrimonio fósil
etíope
Etiopía alberga un registro fósil de ancestros humanos de seis millones de años,
con al menos 14 especies documentadas, desde Australopithecus hasta Homo
sapiens. La exhibición en Praga no solo acerca al público europeo a Lucy y
Selam, sino que pone en valor la riqueza del
patrimonio fósil africano, clave para entender los orígenes de
la humanidad.
Comentarios
Publicar un comentario