Los insectos caen a la mitad en amplias zonas del planeta
El cambio climático y la agricultura intensiva han
provocado ya la reducción a la mitad del número de insectos en amplias zonas
del planeta. Las pérdidas son generalizadas en numerosas especies de insectos y
afectan, sobre todo, a las áreas tropicales. Los científicos resaltan la
urgencia de actuar para preservar los hábitats naturales, frenar la expansión
de la agricultura de alta intensidad y reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero para mitigar el cambio climático.
"La interacción entre los índices de
calentamiento climático histórico y el uso intensivo de la tierra agrícola está
asociada con reducciones del 49% en la abundancia y el 27% en el número de
especies de insectos" en algunas áreas de la Tierra, recoge un estudio
realizado por expertos del Centro de Investigación sobre Biodiversidad y Medio
Ambiente, de la University College de Londres (UCL).
El estudio, publicado en la revista ‘Nature’, es el primero en identificar que la interacción entre el aumento de las temperaturas y los cambios en el uso de la tierra está diezmando numerosos grupos de insectos en todo el mundo.
Los resultados no dejan lugar a la duda: allí donde
hay suficiente hábitat natural disponible la abundancia y la riqueza entre los
insectos se reduce ‘solo’ entre un 5% y un 7%. Mientras tanto, en los lugares
donde hay menos hábitat natural presente las reducciones se situaron entre un
61% y un 63%.
"Nuestros
resultados muestran que la biodiversidad de insectos probablemente se
beneficiará de la mitigación del cambio climático, la preservación del hábitat
natural dentro de los paisajes y la reducción de la intensidad de la
agricultura", señalan los investigadores.
Los patrones de reducción de la abundancia y la
riqueza de grupos de insectos son particularmente evidentes en el ámbito
tropical. Por contra, las escasas respuestas positivas de la biodiversidad al
cambio climático ocurren en hábitats naturales de regiones no tropicales.
"Una alta disponibilidad de hábitat natural
cercano a menudo mitiga las reducciones en la abundancia y riqueza de insectos
asociadas con el uso de la tierra agrícola y el calentamiento climático
sustancial, pero solo en sistemas agrícolas de baja intensidad", subrayan
los investigadores.
Charlie Outhwaite, uno de los autores principales
del estudio, resalta que muchos insectos son muy vulnerables a las presiones
humanas, lo cual es "preocupante a medida que el cambio climático empeora
y las áreas agrícolas continúan expandiéndose».
Outhwaite destaca que es urgente preservar los
hábitats naturales, frenar la expansión de la agricultura intensiva y reducir
las emisiones contaminantes.
¿Por qué es importante proteger a los insectos.
Porque la pérdida de sus poblaciones es perjudicial "no solo para el
entorno natural, donde desempeñan un papel clave en los ecosistemas locales,
sino que también podría dañar la salud humana y la seguridad alimentaria, en
particular con la pérdida de polinizadores".
“Nuestros hallazgos pueden representar solo la punta
del iceberg, podría haber otras zonas con pérdidas aún más altas en la
biodiversidad de insectos", alerta Outhwaite. Los investigadores
analizaron un importante conjunto de datos sobre abundancia y riqueza de
insectos en diferentes áreas de todo el mundo, incluidos tres cuartos de millón
de registros de casi 20 000 especies.
El equipo comparó la biodiversidad de insectos en
diferentes áreas, en función de la intensidad de la agricultura y del
calentamiento climático histórico experimentado.
Los científicos descubrieron que en áreas con
agricultura de alta intensidad y un calentamiento climático sustancial, la
cantidad de insectos era un 49% menor que en la mayoría de los hábitats
naturales sin calentamiento climático registrado, mientras que la cantidad de
especies diferentes era un 29% menor.
"Las áreas tropicales experimentaron las
mayores disminuciones en la biodiversidad de insectos relacionadas con el uso
de la tierra y el cambio climático», resaltan los autores.
Los investigadores descubrieron que en áreas de
agricultura de baja intensidad y calentamiento climático sustancial, tener un
hábitat natural cercano amortiguó las pérdidas: donde el 75% de la tierra estaba
cubierta por un hábitat natural, la abundancia de insectos solo disminuyó en un
7%, en comparación con una reducción del 63% en áreas comparables con solo un
25% de cobertura de hábitat natural.
Una explicación es que muchos insectos dependen de
las plantas para tener sombra en los días calurosos, por lo que la pérdida de
sus hábitats naturales provoca que sean más vulnerables al calor.
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