Por qué la NASA ha tardado más de medio siglo en intentar regresar a la Luna
La última vez que un humano pisó la Luna fue en 1972,
hace más de medio siglo.
La NASA prevé el próximo alunizaje con la misión
Artemis III, programada para 2025.
Con este programa espacial, que supone una gran
inversión y un alto riesgo político, se busca hacer frente a la competencia
internacional y prepararse para ir a Marte.
Neil Armstrong fue el primer humano en pisar la Luna
en 1969. Aparte de él, otros 11 hombres caminaron por este satélite hasta 1972.
Pero, desde entonces, nadie ha vuelto a poner un pie en él. La NASA planea que
la próxima persona en pisar la Luna sea una mujer, en 2025 y con el programa
Artemis. ¿Por qué la agencia ha tardado más de medio siglo en intentar regresar
a este satélite?
Pocos acontecimientos históricos han despertado
tanto interés como la llegada de la primera persona a la Luna el 20 de julio de
1969. Ese día millones de personas de todo el planeta se congregaron alrededor
de sus televisores para ver cómo los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin
se convertían en los primeros humanos en aterrizar sobre la superficie lunar.
Desde el momento en el que pusieron un pie en la
Luna, surgieron muchas teorías de la conspiración. Por ejemplo, hay quienes
defienden que esto no sucedió, sino que, en realidad, las imágenes procedían de
una película del director estadounidense Stanley Kubrick, grabada a petición de
la NASA, como explica en esta nota Maldita.es, medio cofundador de
Factchequeado.
Algunas de estas teorías son de lo más retorcidas y
otras pueden resultar hasta graciosas, pero hay infinidad de pruebas y datos
que demuestran que sí llegamos a la Luna el 20 de julio de 1969. Además de la
gran dificultad de que tanta gente pudiese mantener un secreto durante tanto
tiempo, algo prácticamente imposible, los astronautas del Apolo 11 volvieron a
la Tierra con rocas lunares y dejaron sus huellas sobre la superficie.
De un vuelo sin tripulación a la primera mujer en
pisar la Luna: en qué consiste el proyecto Artemis
Con el programa Artemis, la NASA pretende poner a
prueba la tecnología para conseguir que el ser humano llegue algún día a Marte.
“Usaremos lo que aprendamos sobre la Luna y sus alrededores para dar el próximo
gran salto: enviar a los primeros astronautas a Marte”, afirma la agencia
espacial.
El programa consta de varias etapas. Artemis I es un
vuelo de prueba sin tripulación. El lanzamiento estaba programado para el 29 de
agosto de 2022, pero ha tenido que ser aplazado en dos ocasiones debido a
fallos técnicos. La NASA lo ha retrasado, al menos, hasta mediados de octubre
En esta misión, se va a poner a prueba la cápsula
Orion, que estará en el entorno espacial de la Luna (un entorno de alta
radiación) durante un mes. “Y, lo que es más importante, se probará el escudo
térmico, que protege a la cápsula y a sus ocupantes, cuando regrese a la Tierra
a 25,000 millas por hora”, explica en The Conversation Jack Burns, profesor de
Ciencias Astrofísicas y Planetarias de la Universidad de Colorado Boulder.
Según cuenta, esta será la reentrada más rápida de una cápsula desde el Apolo,
por lo que es muy importante que el escudo térmico funcione bien.
Artemis II, cuyo lanzamiento está previsto para unos
años después, haría el mismo recorrido, pero con astronautas a bordo. Para que
la NASA vuelva a poner a un ser humano en la Luna (que en teoría será, por
primera vez, una mujer) habrá que esperar, al menos, a la tercera misión,
Artemis III, prevista para 2025.
Pero, ¿por qué la NASA ha tardado más de medio siglo
en intentar regresar a la Luna? Entre los motivos de esta decisión, está la
competencia internacional, según cuenta Bill Nelson, administrador de la NASA,
al periódico The New York Times. China ha llevado con éxito 3 misiones
robóticas a este satélite en los últimos años y planea construir una base lunar
en la década de 2030. “Tenemos que preocuparnos de que digan: 'Esta es nuestra
zona exclusiva. Quédate fuera'”, afirma.
Además, el programa Artemis supone una gran
inversión y un alto riesgo político. "Si no fuera por el riesgo político,
estaríamos en la Luna ahora mismo", afirmó en 2019 Jim Bridenstine, exadministrador
de la NASA, según recoge el portal Business Insider.
El eerto insistió en que este tipo de misiones
espaciales conlleva demasiado tiempo y dinero. De hecho, un informe de la
Oficina del Inspector General de la NASA estima que el programa habrá requerido
93,000 millones de dólares para 2025.
Aun así, el programa Artemis tiene algunas
diferencias con los que llevaron al ser humano a la Luna hace más de medio
siglo. Tal y como explica Burns, “50 años de desarrollo tecnológico significan
que ir a la Luna ahora es mucho menos costoso y más factible tecnológicamente,
y que es posible realizar experimentos mucho más sofisticados si se tiene en
cuenta la tecnología informática”.
Este avance tecnológico “ha cambiado por completo
las reglas del juego”, dice Burns. “Ahora casi cualquiera con recursos
financieros puede enviar una nave espacial a la Luna, aunque no necesariamente
con seres humanos”, añade.
Hay que tener en cuenta que el programa Artemis se
ha extendido a lo largo de varias administraciones, con gobiernos republicanos
y demócratas. Los expresidentes de Estados Unidos George W. Bush y Donald
Trump, quienes lo iniciaron, estaban a favor de las misiones lunares, mientras
que Barack Obama se centró en enviar humanos a Marte.
Al alto riesgo político se suma la falta de interés
público. Si bien la mayoría de los estadounidenses cree que Estados Unidos
debería liderar la exploración espacial, sólo el 13% considera que enviar
astronautas de regreso a la Luna debería ser una prioridad, según una encuesta
realizada por el Centro de Investigaciones Pew.
Después de todo este tiempo, a la NASA también le
interesa probar la última tecnología espacial. Por ejemplo, los trajes de los
astronautas o los módulos para las tripulaciones. “Todo lo que estamos haciendo
en la superficie lunar lo estamos haciendo para explorar para la ciencia, y no
solo buscamos 'banderas y huellas', como algunas personas se refieren a
[Apolo], sino también queremos probar todos los sistemas que eventualmente
necesitaremos para reducir los riesgos de una misión humana a Marte”, explica a
la revista Wired Cathy Koerner, administradora asociada adjunta de la NASA.
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