El telescopio Hubble detecta una corona de gas de 100.000 años luz de largo
El sistema de las nubes de Magallanes, dos galaxias
satélite de la Vía Láctea, está rodeado por una corona, un escudo protector de
gas caliente sobrealimentado. Esto envuelve a las dos galaxias, evitando que la
Vía Láctea desvíe sus suministros de gas y, por lo tanto, permitiéndoles
continuar formando nuevas estrellas.
Este descubrimiento del Telescopio Espacial Hubble y
un satélite retirado llamado Far Ultraviolet Spectroscopic Explorer (FUSE), que
acaba de publicarse en Nature, aborda un aspecto novedoso de la evolución de
las galaxias. "Las galaxias se envuelven en capullos gaseosos, que actúan
como escudos defensivos contra otras galaxias", dijo el coinvestigador
Andrew Fox del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial.
Los astrónomos predijeron la existencia de la corona
hace varios años. "Descubrimos que si incluimos una corona en las
simulaciones de las Nubes de Magallanes cayendo sobre la Vía Láctea, podríamos
explicar por primera vez la masa de gas extraído", explicó en un
comunicado Elena D'Onghia, coinvestigadora de la Universidad de Wisconsin-Madison.
"Sabíamos que la Gran Nube de Magallanes debería ser lo suficientemente
masiva como para tener una corona".
Pero aunque la corona se extiende a más de 100.000
años luz desde las nubes de Magallanes y cubre una gran parte del cielo del
sur, en la práctica es invisible. Mapearlo requirió rastrear 30 años de datos
archivados para obtener mediciones adecuadas.
Los investigadores creen que la corona de una
galaxia es un remanente de la nube primordial de gas que colapsó para formar la
galaxia hace miles de millones de años. Aunque se han visto coronas alrededor
de galaxias enanas más distantes, los astrónomos nunca antes habían podido
sondear una con tanto detalle como este.
En busca de evidencia directa de la Corona de
Magallanes, el equipo revisó los archivos del Hubble y FUSE en busca de
observaciones ultravioleta de cuásares ubicados a miles de millones de años luz
detrás de ella. Los cuásares son los núcleos extremadamente brillantes de las
galaxias que albergan enormes agujeros negros activos.
El equipo razonó que aunque la corona sería
demasiado tenue para verse por sí sola, debería ser visible como una especie de
niebla que oscurece y absorbe distintos patrones de luz brillante de los
cuásares en el fondo. Las observaciones de cuásares del Hubble se utilizaron en
el pasado para mapear la corona que rodea la galaxia de Andrómeda.
Mediante el análisis de patrones en luz ultravioleta
de 28 cuásares, el equipo pudo detectar y caracterizar el material que rodea la
Gran Nube de Magallanes y confirmar que existe la corona. Como se predijo, los
espectros del cuásar están impresos con las distintas firmas de carbono,
oxígeno y silicio que forman el halo de plasma caliente que rodea la galaxia.
La capacidad de detectar la corona requería
espectros ultravioleta extremadamente detallados. "La resolución de Hubble
y FUSE fueron cruciales para este estudio", explicó Krishnarao. "El
gas de la corona es tan difuso que apenas está allí".
Al mapear los resultados, el equipo también
descubrió que la cantidad de gas disminuye con la distancia desde el centro de
la Gran Nube de Magallanes. "Es una firma reveladora perfecta de que esta
corona realmente está ahí", dijo Krishnarao. "Realmente está
envolviendo a la galaxia y protegiéndola".
-
Comentarios
Publicar un comentario