Científicos descubren una sencilla fórmula para prolongar la vida
La falta de tiempo ya no es impedimento para
mantener una vida saludable. Según un estudio de la Universidad de Sídney y
publicado en la revista Nature Medicine, pequeñas ráfagas de apenas un minuto
de ejercicio intenso durante las rutinas diarias, como limpiar la casa, pasear
o jugar con una mascota, pueden reducir significativamente el riesgo de morir
de cáncer o cardiopatía en las personas más sedentarias.
"Este es el primer estudio con wearables
centrado específicamente en los efectos sobre la salud de la actividad física
que se realiza como parte de la vida diaria”, explicó el doctor Emmanuel
Stamatakis, uno de los autores de la investigación, en entrevista con EL PAÍS.
El científico recalcó la importancia de investigar cómo las personas que no
hacen ejercicio regularmente pueden encontrar beneficios incluyendo actividad
física en sus tareas y rutinas diarias. Más del 70 por ciento de las personas
de mediana edad en todo el mundo no hacen suficiente ejercicio.
30 minutos semanales de ejercicio son beneficiosos
Los investigadores compararon durante un periodo de
siete años los datos de más de 25.000 personas "no deportistas” en el
Reino Unido. Dividieron a los participantes en dos grupos: los que realmente
apenas se movían y los que por lo menos realizaban una actividad breve, pero
intensa, como correr para coger el autobús, subir escaleras o encargarse de
tareas domésticas.
Aunque este tipo de actividades breves duraran sólo
uno o dos minutos, sus beneficios eran similares a los del ejercicio de larga
duración. El estudio demostró que realizar tan sólo entre cuatro y seis minutos
de ejercicio intenso al día, repartidos en tres sesiones, podría reducir el
riesgo de morir por enfermedad cardíaca hasta en un 49 por ciento y el riesgo
de morir por otra causa hasta en un 40 por ciento.
Cada paso cuenta
Aunque las evidencias no sean suficiente para
demostrar que las sesiones cortas de ejercicio conducen directamente a mejores
resultados de salud, sí sugiere una relación. Es necesario seguir investigando,
pero los resultados del estudio sugieren que incluir pequeñas ráfagas de
ejercicio en la vida cotidiana puede ser una estrategia útil para mejorar la
salud.
"Hay muchas actividades cotidianas que se
pueden hacer y que aumentan la frecuencia cardiaca durante un minuto o
más", afirmó en un comunicado de prensa Emmanuel Stamatakis.
Hacer actividad física es una de las mejores maneras
de mantener el cuerpo y la mente en forma, y cada pequeño paso cuenta. Se ha
demostrado que tanto el entrenamiento de cardio como el de fuerza favorecen la
buena salud.
"Para aumentar la intensidad de tus actividades
diarias, no necesitas tiempo, preparación, ser socio de un gimnasio o tener
habilidades especiales. Se trata simplemente de acelerar el ritmo al caminar o
de hacer las tareas domésticas con un poco más de vigor", concluye
Stamatakis.
.
Comentarios
Publicar un comentario