Grecia en alerta por el volcán Kolumbo: está cerca de entrar en erupción y generar un tsunami
Grecia está en alerta por la posible erupción del
Kolumbo, un volcán submarino activo que se encuentra en las profundidades del
Mar Egeo. El volcán, a unos ocho kilómetros de la Costa de Santorini, estaría
acumulando una enorme cantidad de magma según la revista Geochemistry,
Geophysics, and Geosystems, que se había descubierto en una cámara con más de
1,4 kilómetros cúbicos de material incandescente. De entrar en erupción, el
volcán podría generar un tsunami y lanzar toneladas de material piroclástico a
la atmósfera.
Según los registros, la última vez que el volcán
Kolumbo entró en erupción fue en el año 1650, y se relata que ese año la cima
del volcán superó el nivel del mar, explotando y causando la muerte de al menos
70 personas en la cercana isla de Santorini. La gigantesca detonación también
provocó un tsunami que llegó a causar daños en zonas costeras a más de 150
kilómetros de distancia, con oleaje de distinta consideración. Desde entonces,
afirman los geólogos y sismólogos, la caldera del Kolumbo ha ido acumulando
magma a un ritmo preocupante, calculado alrededor de 4 millones de metros cúbicos
cada año. Esto puede parecer algo inofensivo, pero nada más lejos de la
realidad: la presión interior de la caldera estaría alcanzando niveles críticos
similares a los de la erupción registrada en 1650.
Pese a la alerta, de la que se hacen eco medios internacionales
y locales, los vulcanólogos responsables de la investigación no pueden decir y
no saben cuándo tendrá lugar exactamente esta erupción. El estudio únicamente
explica la existencia de una enorme cámara y la similitud del punto en el que
se encuentra el volcán ahora con la erupción registrada hace cientos de años.
Mediante el análisis de la velocidad a la que se mueven las ondas sísmicas bajo
el fondo oceánico, los expertos han podido calcular la cantidad de magma
acumulado y la posibilidad de que éste salga a la superficie.
El Kolumbo está sumergido a unos 487 metros de
profundidad, con su cima a unos 109 metros de la superficie del Mar Egeo. Se
trata de un problema, ya que los efectos de la explosión podrían ser
devastadores. Se cree que, de entrar en erupción, los efectos podrían ser igual
de destructivos que los del volcán Hunga-Tonga, que causó una enorme
devastación en enero de 2022.
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