La NASA prepara una revolución nunca vista
La NASA considera la posibilidad de enviar un avión
híbrido a Titán, la luna más grande de Saturno, así como de desplegar
oleoductos de oxígeno en nuestra Luna y de desarrollar nuevos generadores
termonucleares más potentes y pequeños que los actuales para impulsar la
exploración espacial.
La NASA ha aprobado el desarrollo de un proyecto de
máquina que puede volar y navegar en Titán, la luna más grande de Saturno,
donde las condiciones podrían ser favorables para la aparición de vida.
Denominado TitanAir, el proyecto es una propuesta de
la empresa Planet Enterprises con sede en Washington.
Este pretendido hidroavión, con fuselaje en forma de
casco, ha sido diseñado para "beber" líquido condensado a través de
la sección frontal del ala, lo que le permitirá volar a través de las nubes de
lluvia de Titán, aspirando el metano líquido que se forma en la superficie fría
del ala. El líquido se analizará con instrumentos científicos y los datos se
transmitirán a la Tierra.
También podrá navegar por las zonas lacustres de
esta luna de Saturno, la única estrella del Sistema Solar que tiene lagos y
mares en superficie, aunque no están compuestos de agua, sino de metano y etano
(hidrocarburos).
INSTRUMENTOS
CIENTÍFICOS
La máquina estaría equipada con numerosos
instrumentos científicos y llevaría a cabo misiones de exploración de Titán que
podrían durar varias horas todos los días.
Analizando muestras lacustres y atmosféricas,
estudiaría el ciclo de la química orgánica en Titán, que según ciertos
exobiólogos podría reunir las condiciones necesarias para la aparición de la
vida.
Otra novedad de este hidroavión es que estaría
propulsado por una vela ligera, una de las tecnologías de propulsión espacial
más prometedoras que podrían permitir al ser humano llegar a otros sistemas
estelares.
Esta tecnología, ya testada por otras naves
espaciales, utiliza un haz de gránulos de partículas microscópicas a
hipervelocidad impulsadas por láseres para mover cargas pesadas.
Este proyecto ha sido seleccionado en el marco de
The NASA Innovative Advanced Concepts (NIAC), a través del cual la agencia
espacial estadounidense financia programas de investigación extremadamente
innovadores, al límite de la ciencia ficción y de las posibilidades
tecnológicas actuales.
Todos los estudios NIAC se encuentran en las
primeras etapas de desarrollo conceptual y no se consideran misiones oficiales
de la NASA, destaca la agencia espacial, que informa de todos los proyectos
seleccionados.
OTRAS IDEAS
IMPOSIBLES
Otros proyectos destacados de esta edición del
programa NIAC de la NASA son un gasoducto que transporta oxígeno a través de la
Luna, así como el desarrollo de una fuente de energía mucho más compacta y
eficiente para viajes espaciales.
El gasoducto, propuesto por la empresa Lunar
Resources, ubicada en Huntsville, Alabama, se propone desarrollar instalaciones
que lleven oxígeno a las estaciones permanentes que se instalarán en la Luna,
tanto por parte de Estados Unidos como de Europa, China o Rusia, así como a los
vehículos pilotados por astronautas que recorrerán la Luna en el futuro.
El oxígeno se extraería de las moléculas de agua
presentes en el hielo lunar. El oxígeno sería transportado, en forma gaseosa,
por redes de tuberías de aluminio de al menos cinco kilómetros de largo, que
proporcionarían acceso constante para los colonos lunares y reduciría
drásticamente los costos que de otro modo estarían asociados con su transporte.
Este sistema podría proporcionar un caudal de unos dos kilogramos de oxígeno
por hora.
NUEVA FUENTE
DE ENERGÍA
Otro proyecto seleccionado se propone revolucionar
la tecnología de los generadores termonucleares de radioisótopos (RTG), que han
estado suministrando a muchas sondas espaciales de la NASA desde la década de
1960.
Compuestos en particular de indio, arsénico y
antimonio, los nuevos generadores podrían ser diez veces más potentes (30
vatios/kg) que sus predecesores porque son mucho más compactos. De hecho, su
volumen sería de solo 0,2 litros frente a los más de 200 litros actuales.
Esta iniciativa ha sido propuesta por el Instituto
de Tecnología de Rochester, en el Estado de Nueva York.
POR ETAPAS
Todos estos proyectos seleccionados se desarrollan
por etapas. En primer lugar, reciben una financiación para nueve meses durante
los cuales tienen que formalizar los estudios de concepto, con un presupuesto
de 175.000 dólares.
Si superan esta prueba inicial, pueden disponer de
hasta 600.000 dólares de financiación para un periodo de dos años, durante los
cuales deberán desarrollar un plan de desarrollo tecnológico completo.
Si estos planes convencen, los proyectos podrán por
último disponer de dos millones de dólares para que, en el plazo de dos años,
puedan realizar pruebas que garanticen la viabilidad.
De esta forma, en un plazo de cinco años se
comprueba que lo imposible se ha hecho posible, y todo por menos de tres
millones de dólares por cada uno de los 14 proyectos inicialmente
seleccionados, si todos llegan al final de la prueba.
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