Rusia retrasa el rescate de los astronautas atrapados en la estación espacial por una nueva fuga en otra nave

 

Tiempos complicados para agencia espacial rusa, Roscosmos, que por segunda vez en dos meses ha detectado una fuga en una de sus naves acopladas en la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés). Según informaba el organismo durante el fin de semana, el fallo se ha registrado en una sonda de carga, no apta para albergar tripulación. Sin embargo, sí que va a tener consecuencias para los astronautas que se encuentran atrapados en las instalaciones espaciales después de que otra nave rusa, la Soyuz MS-22 en la que estaba previsto que volvieran a la Tierra en marzo, registrase en diciembre un escape que hace inviable que la cápsula regrese a casa.

Debido a esta nueva fuga, los cosmonautas Sergey Prokopyev y Dmitry Petelin, así como el astronauta de la NASA Frank Rubio, tendrán que esperar al menos hasta principios de marzo (como tarde el día 10) para tener un reemplazo de su vehículo espacial averiado. La agencia ha informado que se había registrado «una caída de presión en la nave de carga Progress MS-21 -que lleva suministros a la ISS-«, lo que ha provocado que esta nave deba »desamarrarse de la estación espacial el 18 de febrero«, lo que retrasará el envío de la nueva Soyuz. Roscosmos asegura que se están »analizando las causas« de este nuevo percance, pero que »la temperatura y la presión a bordo de la ISS tienen niveles normales«, afirman en un comunicado difundido a través de Telegram.

La primera fuga tuvo lugar el pasado 14 de diciembre. Mientras la NASA mostraba los preparativos en directo para una nueva caminata espacial rutinaria de los cosmonautas Prokopyev y Petelin, en las imágenes se pudo ver una ráfaga de partículas similares a copos de nieve que salía de la parte trasera de la Soyuz atracada. En ese momento, los controladores desde Moscú abortaron la misión, si bien se ha asegurado que ningún astronauta a bordo de la ISS estuvo en peligro.

La principal teoría fue que el daño se había producido por el impacto de un pequeño meteorito. Imágenes recién difundidas por Roscosmos revelan que la cobertura exterior de la Soyuz MS-22 está alterada. «La presencia de este agujero demuestra la causa de lo sucedido: daño externo», ha afirmado Yuri Borisov, jefe de Roscosmos. Desde la agencia rusa se ha explicado con anterioridad que la fuga duró horas, lo que provocó el vaciado del radiador de refrigerante utilizado para regular la temperatura del interior del compartimento de la tripulación. El problema se solucionó momentáneamente manteniendo una escotilla abierta a la ISS, pero en ese estado es imposible devolverla de vuelta con tripulación a bordo, tal y como contemplaba el plan inicial.

Este hecho provocó que los tres astronautas quedaran sin vehículo de vuelta a la Tierra. Tras varias semanas sopesando diferentes posibilidades, Roscosmos finalmente decidió enviar una nueva Soyuz. Sin embargo, el problema está que, en caso de que haya que evacuar de emergencia la ISS, tan solo hay una nave disponible, la americana Crew Dragon, que solo tiene espacio para cuatro de los siete astronautas que ahora mismo se encuentran a bordo de la estación espacial.

Borisov también ha detallado que una comisión está trabajando en el caso que afecta a la nave carguero Progress MS-21, y que «hasta que se determine la causa de la situación de emergencia», se pospone hasta los diez primeros días de marzo el lanzamiento de la nave espacial Soyuz que recogerá a la tripulación varada. «Aunque el resultado de las dos situaciones de emergencia sea el mismo, las causas pueden ser diferentes», ha explicado el responsable de Roscosmos sobre ambas fugas.

La agencia espacial rusa ha querido hacer hincapié en que «nada pone en peligro la vida y la salud de la tripulación», si bien es cierto que en caso de emergencia se vería comprometida la seguridad de todas las personas a bordo de la ISS.

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