Auroras boreales sorprenden a ciudadanos en Alemania, Francia e Inglaterra
Para muchas personas, ver una aurora boreal forma
parte de una de las metas que se debe cumplir la menos una vez en la vida.
Estos espectaculares fenómenos naturales suceden en el polo norte y permiten
ver el cielo con destellos verdes, rojos, azules y rosas formando un paisaje
sin igual; sin embargo, algunos habitantes en el mundo no tuvieron que viajar
tan lejos y atravesar por temperaturas gélidas para verlo.
A través de las redes sociales, habitantes de
Inglaterra, Francia, Alemania e incluso Escocia compartieron el momento en que
las auroras iluminaron el cielo nocturno, lo que además de tomar por sorpresa a
los europeos que pudieron experimentar este evento, también ha causado asombro
para expertos en la materia pues, como se reveló anteriormente, hasta ahora era
algo exclusivo de países muy al norte del planeta tierra como Finlandia o Alaska.
De acuerdo con lo expuesto por expertos, las auroras
boreales suelen estar en países ubicados muy cerca de círculos polares del
Ártico y Antártico donde las condiciones climatológicas permiten que se viva
una temporada de las mismas; no obstante, al haberse registrado las mismas
condiciones en latitudes más al sur, fue que se dio pie a que el cielo se
iluminara de esta manera volviéndose tendencia internacional.
En Inglaterra, específicamente en Stonehenge, se
reportó la presencia de aurorales boreales desde el pasado fin de semana; sin
embargo, fue hasta la noche del martes 28 de febrero que otras regiones también
lo experimentaron. Se sabe que la temporada de este fenómeno inicia de manera
oficial en agosto y termina a principios del mes de abril cuando en el polo
norte ya hay noches menos largas y sobre todo oscuras por el arribo de la
primavera.
Lo que origina una aurora boreal es la presencia de
partículas energizarás que salen desde el Sol y, al estar en la atmósfera,
chocan de manera directa con la Tierra, provocando estos destellos
característicos que no son dañinos para los ciudadanos. La velocidad con la que
estas partículas viajan es de hasta 72 millones de kilómetros por hora y,
aunque viajó extremadamente rápido, al quedar atrapadas e el campo magnético
que hay en el planeta es que resultan inofensivas.
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