¿Cómo convencer a un terraplanista de que la Tierra es esférica?

 

En realidad, los que tendrían que refutar la esfericidad de la Tierra son los terraplanistas, porque la evidencia actual es que la Tierra es redonda. Los humanos hemos explorado y medido el planeta ya de mil maneras, hay vuelos de aviones diarios entre todos los puntos del mapa y las distancias son bien conocidas. Hay unos 5.000 satélites que orbitan alrededor de la Tierra y sacan fotografías diarias en las que se ve que es redonda, pero muchos terraplanistas afirman que todas esas fotos son falsas. Es decir, que esta discusión deja de ser una cuestión científica si no hay confianza en las evidencias que proponen los demás. En mi opinión, es como si todos tuviéramos una naranja delante y los terraplanistas dijeran que lo que se ve no es creíble y siguieran afirmando que en realidad la naranja es plana.

Se sabe que la Tierra es esférica desde hace más de 2.000 años, mucho antes de los satélites y de la primera vuelta al mundo. Hay muchas evidencias matemáticas que calcularon los griegos con sus conocimientos de geometría y navegación. Sin embargo, para contestar a tu pregunta he buscado argumentos sencillos, fácilmente comprobables en la vida diaria y que no cuadrarían en una Tierra plana. Hay muchos, pero voy a contarte cinco:

Primero: todos sabemos que cuanto más alto subimos, más lejos podemos ver. Si la Tierra fuese plana, esto no sería así. En una Tierra plana tendrías que ver hasta el final de la Tierra en cualquier sitio sin relieve, como el mar, por ejemplo. Desde Galicia deberías ver América con un telescopio lo suficientemente potente, pero no es posible por la curvatura de la superficie de la Tierra. Como esto se sabe desde antiguo, los faros se ponen en lo alto de una torre para que sean visibles desde mayor distancia. Y al revés, si estás en un puerto y ves llegar un barco, primero ves aparecer la parte más alta del barco, el mástil; luego las velas y por último, el casco.

Segundo: las horas de salida y puesta de sol son distintas en cada lugar del mundo. Si lo piensas, esto tampoco sería así en una Tierra plana. Es más, y en relación con el punto anterior, la hora a la que se pone el sol en cada lugar también depende de la altura desde la que estés mirando al horizonte. Esto lo tienen muy bien estudiado los musulmanes. Hay disponibles en internet tablas con los horarios de la puesta de sol en casi cada lugar del mundo para saber exactamente cuándo pueden terminar el ayuno durante el Ramadán. Si buscas esas tablas para Dubai, te advierten al principio de que en el edificio Burj Khalifa, que mide 828 metros de altura y es el más alto del mundo, el sol se pone tres minutos más tarde en la planta más alta que en la planta baja. Esto tampoco ocurriría en un planeta plano.

Tercero: el agua del sumidero. En una Tierra plana y sin rotación el agua debería caer en el sumidero directamente hacia el centro, en todas partes por igual, pero no es así. Cuando vacías un lavabo (mejor si es una piscina grande y redonda) se forma un remolino por el efecto Coriolis que solo se puede explicar por el movimiento de rotación de la Tierra. Los terraplanistas podrían decir que una Tierra plana también podría rotar sobre su eje y que eso podría generar un remolino como el que vemos. El problema es que los remolinos de las piscinas giran en dirección contraria en uno y otro hemisferio (también las borrascas y los anticiclones). Para eso, en una Tierra plana necesitaríamos dos polos de rotación contrarios que afectaran a la mitad de la Tierra cada uno.

Cuarto: el movimiento del cielo nocturno. Este argumento es parecido al anterior. En el hemisferio norte todo el cielo nocturno gira alrededor de la estrella Polar en el sentido antihorario, mientras que en el hemisferio sur todo gira en torno a la Cruz del Sur en sentido contrario. Para que eso fuera así en una Tierra plana, tendrías que tener dos esferas celestes, una para cada hemisferio, girando en sentido contrario.

Quinto: la duración de los viajes largos es distinta si viajas hacia el este o hacia el oeste. Este hecho no tiene ninguna explicación en una Tierra plana. Voy a poner dos ejemplos muy diferentes, pero ambos tienen que ver con una Tierra esférica que rota sobre sí misma. Un ejemplo bastante cotidiano es que el vuelo de Madrid a Nueva York es más largo que el de Nueva York a Madrid, y esto es porque el de vuelta está ayudado por la corriente de chorro que viaja hacia el este y que tiene su origen en la rotación de la Tierra. El otro argumento, algo más lejano pero muy curioso, es la paradoja del circunnavegante. Esta paradoja consiste en que si das la vuelta al mundo, no tardas lo mismo si vas hacia el oeste que si vas hacia el este. En este caso, no importa cuánto tiempo te lleve dar la vuelta completa, si viajas hacia el este ganas un día, como Phileas Fogg en la novela de Julio Verne, mientras que si viajas hacia el oeste lo pierdes, como les pasó a Elcano y sus tripulantes al terminar la primera circunnavegación. Esta paradoja es imposible de explicar en una Tierra plana en la que el sol sale a la vez para todos y todos comparten la misma fecha del calendario.

María Belén Muñoz García es doctora en Geología, profesora e investigadora de la Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense de Madrid.

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