Así funcionará la serpiente robótica que va a buscar vida extraterrestre en Saturno
Desde el principio de los tiempos, una de los
grandes secretos que el ser humano ha tratado de desvelar es si hay vida más
allá de la Tierra o si por el contrario somos los grandes afortunados. Los
expertos no cesan en su empeño de ir descubriendo pasito a pasito todos los
rincones del universo y para ello cada vez hacen uso de una tecnología puntera
como el caso del Exobiology Extant Life Surveyor (EELS).
¿Qué es el sistema EELS? Se trata de una plataforma
compuesta por instrumentos móviles y que nace pensando en ser capaz de explorar
estructuras internas del terreno. Entre otras cosas quiere saber si esa
superficie que estudia es habitable o no y su última meta sería buscar
evidencia de vida.
Nace diseñada para ser adaptable al mundo oceánico,
medios fluidizados, entornos laberínticos cerrados y líquidos y se sabe que su
misión se desarrollará en Encelado, una de las 83 lunas de Saturno que es
conocida por su superficie helada que es la más blanca y reflectante del
sistema solar.
Por su apariencia se le conoce como el robot
serpiente y aunque todavía no ha trascendido la fecha de lanzamiento los
investigadores del Jet Propulsion Lab de la NASA esperan finalizarlo para el
otoño de 2024.
Las características que se han hecho públicas de
esta plataforma es que se trata de un robot autopropulsado y está "hecho
de múltiples segmentos idénticos que contienen los mecanismos de actuación y
propulsión, así como la electrónica de potencia y comunicación para
impulsarlos" explican desde el Jet Propulsion Lab.
Aproximadamente su extensión será de 16 pies y su
peso de 220 libras y utiliza unidades de propulsión giratorias que actúan como
mecanismos de agarre y "unidades de hélice bajo el agua, lo que permite
que el robot acceda a la salida de un respiradero y lo siga hasta su origen en
el océano".
Además, su "cabeza" incluirá una
tecnología que le permite capturar el mundo en 3D y enviar vídeo en tiempo real
a los operadores.
Desde la NASA se pone de manifiesto que una nave
espacial tardaría unos 12 años en llevar la serpiente a la luna de Saturno,
pero los investigadores esperan que el EELS solo tarde unos días. La NASA
confía en que permita "una exploración más profunda en áreas que alguna vez
fueron inalcanzables".
Saturno siempre ha sido un objetivo de los
investigadores, tanto sus lunas como sus anillos lo hacen especialmente
atractivo. Precisamente esto último es una de las grandes preocupaciones y es
que este planeta está perdiendo sus anillos.
Según las últimas investigaciones publicadas años
atrás los anillos están siendo arrastrados hacia Saturno por la gravedad como
una lluvia polvorienta de partículas de hielo bajo la influencia del campo
magnético de Saturno.
James O'Donoghue, del Centro de Vuelo Espacial
Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland explicó que "esta 'lluvia de
anillos' drena una cantidad de productos de agua que podrían llenar una piscina
de tamaño olímpico desde los anillos de Saturno en media hora".
Añade: "Solo por esto, todo el sistema de
anillos desaparecerá en 300 millones de años, pero a esto se suma el material
del anillo que la nave Cassini detectó cayendo en el ecuador de Saturno, lo que
reduce la esperanza de vida de los anillos a menos de 100 millones de años de
vida. Esto es relativamente corto, en comparación con la edad de Saturno de más
de 4.000 millones de años".
La respuesta a esta pregunta siempre ha sido una
gran incógnita y es que los trabajos de los últimos años se inclinan a pensar
que es poco probable que estos anillos tengan más de 100 millones de años, ya
que el anillo C tardaría tanto en convertirse en lo que es hoy, suponiendo que
alguna vez fue tan denso como el anillo B.
"Tenemos la suerte de estar cerca para ver el
sistema de anillos de Saturno, que parece estar en medio de su vida útil. Sin
embargo, si los anillos son temporales, tal vez no vimos los sistemas de
anillos gigantes de Júpiter, Urano y Neptuno, que tienen ¡sólo rizos finos
hoy!" dice O'Donoghue.
.
Comentarios
Publicar un comentario