El año en el que acabará la civilización, según un programa matemático
En la década de 1970, la humanidad vivía un momento de grandes
avances tecnológicos y una creciente esperanza de vida; sin embargo, ya
empezaban a surgir las preocupaciones sobre la sostenibilidad a largo plazo del
crecimiento y la capacidad del planeta para mantener el ritmo de la actividad
humana. (Lea: Camila, la joven de Pasacaballos que cumplirá su sueño de ir a la
Nasa)
En este contexto, cuatro estudiantes del Instituto Tecnológico de
Massachusetts (MIT) utilizaron el sistema original World1 de Jay Wright
Forrester –considerado el padre de la dinámica de sistemas– para crear un
modelo matemático llamado World3. Este modelo fue encargado por el Club de Roma
para predecir cómo el mundo podría sostener su crecimiento teniendo en cuenta
los recursos finitos del planeta.
El Club de Roma es una organización compuesta por pensadores,
antiguos jefes de Estado del mundo, científicos y burócratas de la ONU con la
misión de buscar “soluciones holísticas a problemas globales complejos y
promover iniciativas y acciones políticas que permitan a la humanidad salir de
múltiples emergencias planetarias”.
El modelo matemático World One demostró que, si la población y la
industria seguían expandiéndose a los niveles actuales, se produciría un
colapso mundial en 2040. Los cálculos del modelo tuvieron en cuenta factores
como la contaminación, el crecimiento de la población, la cantidad de recursos
naturales y la calidad de vida en la Tierra.
World One (World1) era un
programa informático que consideraba el mundo como un sistema. El programa
proporcionaba una “visita electrónica guiada” de nuestro comportamiento desde
1900 y preveía hacia dónde nos llevaría ese comportamiento.
Utilizando gráficos, World One mostraba las tendencias y las
estadísticas para variables como la población, la calidad de vida, el
suministro de recursos naturales, la contaminación y otras. A partir de estas
tendencias, se podía visualizar dónde podrían producirse crisis en las próximas
décadas.
Así, el resultado, que no ofrecía una visión optimista del mundo
del mañana, quedó plasmado en su estudio de 1972 “Los límites del crecimiento”,
uno de los libros sobre medio ambiente más vendidos de todos los tiempos, que
fue descrito como “quizá el trabajo académico más innovador de la década de
1970”, según recogió Science Alert en 2018.
En uno de sus hitos centrales, el estudio predecía un pico de
contaminación global en 2020. Era entonces cuando se suponía que la calidad de
vida empezaría a descender drásticamente. Retomando un cubrimiento televisivo
original de los años 70, la Australian Broadcasting Corporation (ABC) resumió
entonces el estudio:
“Hacia 2020, el estado del planeta se vuelve muy crítico. Si no
hacemos nada al respecto, la calidad de vida baja a cero. La contaminación
llega a ser tan grave que empezará a matar gente, lo que a su vez provocará la
disminución de la población, inferior a la que había en 1900. En ese momento,
hacia 2040 o 2050, la vida civilizada tal y como la conocemos en este planeta
dejará de existir”.
Cabe destacar que, en su misma cobertura de 1973, ABC aseguraba
que “World1 no pretende ser una previsión exacta”, sino que considera por
primera vez en la historia del hombre en el planeta al mundo como un sistema.
“Demuestra que la Tierra no puede sostener la población actual y el crecimiento
industrial durante mucho más tiempo que unas pocas décadas”, según su
cobertura.
Alexander King, líder del Club de Roma en ese momento, evaluó que
los resultados del programa informático World One significarían que las
naciones-estado perderían su soberanía y que las corporaciones tomarían el
control. “La soberanía de las naciones ya no es absoluta”, dijo King a ABC.
“Hay una disminución gradual de la soberanía, poco a poco. Esto ocurrirá
incluso en las grandes naciones”, agregó.
A pesar de sus enormes ventas, en el momento de su publicación,
“Los límites del crecimiento”, considerado el precursor de la concienciación
general sobre el concepto de sostenibilidad medioambiental, fue muy criticado
en muchos sectores. Algunos expertos afirmaron que el libro sobrestimaba el
agotamiento de los recursos y subestimaba la capacidad de la tecnología para
resolver los problemas del medio ambiente.
“En nuestra opinión, los límites del crecimiento es una obra vacía
y engañosa”, escribió The New York Times en 1972. “Su imponente aparato de
tecnología informática y jerga de sistemas (...) parte de supuestos
arbitrarios, los agita y saca conclusiones arbitrarias que suenan a ciencia”,
aseveraron.
En las décadas transcurridas desde entonces, la investigación ha
demostrado, a pesar de sus detractores, que muchas de las predicciones de este
modelo pionero no eran tan inexactas después de todo. Por ejemplo, hoy en día,
según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), nueve de cada diez
personas en todo el mundo respiran aire con altos niveles de contaminación. El
organismo calcula que casi 7 millones de muertes al año pueden atribuirse a la
contaminación.
No obstante, quizás no es fundamentalmente necesario tener un
modelo matemático para haber alcanzado tal predicción. Aun así, World One tuvo
una gran repercusión en el debate sobre la sostenibilidad y el desarrollo
humano, por lo que, a pesar de las críticas y la controversia que rodearon su
publicación, el modelo contribuyó a concienciar sobre la necesidad de abordar
el agotamiento de los recursos naturales y la calidad de vida en el planeta.
.-
Comentarios
Publicar un comentario