Una sonda de la NASA atravesará los vientos solares en las próximas horas
La Sonda Solar Parker ha tenido que acercarse de
manera extrema a la superficie del Sol, estamos hablando aproximadamente a 20
millones de kilómetros, para poder investigar los famosos vientos solares. En
este caso, la sonda ha sido capaz de detectar una corriente de partículas de
alta energía que proceden de la corona, es decir, de la parte exterior de la
atmósfera del Sol. Parece ser este el lugar donde debíamos centrarnos para
conocer el origen de los vientos solares y, de hecho, no estábamos equivocados.
Científicos de la Universidad de California, en
Berkeley, y de la Universidad de Maryland-College Park ha conseguido demostrar
que el origen de los vientos solares se encuentra en los denominados agujeros
coronales, que parecen actuar como cabezales de ducha, donde diferentes chorros
energéticos se distribuyen como puntos brillantes, los cuales indican de donde
sale y entra el campo magnético de la superficie solar. James Drake, uno de los
investigadores principales, ha asegurado en el medio Scitechdaily que:
Los vientos transportan mucha información a la
Tierra, con lo que entender el mecanismo detrás de los vientos solares es
importante por razones prácticas. Esto va a afectar a nuestra habilidad de
entender cómo el Sol libera energía y gestiona las tormentas geomagnéticas, las
cuáles son una amenaza para nuestras redes de comunicación.
Según dichos campos magnéticos van cruzándose, éstos
se rompen y vuelven a unirse, lo que hace que algunas partículas de alta
energía se liberen en dirección opuesta al Sol. La atmósfera solar se encuentra
repleta de células de convección, cuyo flujo a gran escala se denomina
supergranulación. Estas células son capaces de arrastrar el campo magnético,
intensificándolo. Estamos ante una estructura de embudo, donde se producen
acumulaciones del campo magnético y la llamada reconexión magnética, que es la
que, finalmente, otorga la energía al viento solar.
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