Hallado un nuevo tipo de objeto estelar
Las ondas de radio emitidas, las más largas jamás detectadas, apuntan a que podría tratarse de un magnetar o de una estrella enana blanca. El estudio ha sido realizado por un equipo internacional en el que han participado investigadores del Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC.
Un equipo internacional en el que participa el
Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC), liderado por la Universidad de
Curtin (Australia) y el Centro Internacional para la Investigación de
Radioastronomía (ICRAR), ha descubierto un nuevo tipo de objeto estelar que
desafía nuestra comprensión de la física de las estrellas de neutrones. El
hallazgo se ha publicado esta semana en la revista Nature.
El objeto podría ser un magnetar de periodo
ultralargo, un tipo de estrella poco común de neutrones con campos magnéticos
extremadamente fuertes que pueden producir fuertes estallidos de energía. Sin
embargo, también podría ser una enana blanca magnética, una etapa avanzada en
la vida de una estrella similar al Sol. Ninguno de los escenarios actuales para
esos objetos puede explicar con certeza todas las características de esta nueva
fuente.
De ser un magnetar, sus ondas de radio serían las
más largas jamás registradas en este tipo de objetos
Hasta hace poco, se observaba que los magnetares
giraban en periodos de unos pocos segundos. No obstante, el objeto descubierto
emite ondas de radio cada 21 minutos y, si se interpreta como un púlsar, sería
el radiomagnetar de periodo más largo jamás detectado.
La fuente, llamada GPM J1839−10, se descubrió
utilizando el Murchison Widefield Array (MWA), un radiotelescopio en el
territorio aborigen Wajarri Yamaji, en el interior de Australia Occidental. Se
encuentra a 15.000 años luz de la Tierra, en la constelación Scutum, y es el
segundo objeto de radio de periodicidad larga detectado y observado, por
primera vez, en todas las longitudes de onda en 2022 por investigadores del
ICE-CSIC.
Sin embargo, el primer emisor de radio de periodo
largo descubierto fue transitorio y solo brilló en el cielo durante unos meses.
En cambio, esta nueva fuente se puede localizar en archivos de observaciones
que datan de 1988.
Los investigadores del ICE-CSIC Nanda Rea y
Francesco Coti Zelati dirigieron las observaciones de seguimiento de este nuevo
objeto utilizando el Gran Telescopio Canarias (GTC), el telescopio óptico más
grande del mundo ubicado en La Palma, junto con el telescopio de rayos X
XMM-Newton de la ESA, y coordinaron la interpretación física de los resultados.
“Descubrir dos sistemas de este tipo en tan poco
tiempo nos dice que son muy comunes en el universo”, afirma Nanda Rea,
profesora del ICE-CSIC, miembro del Institut d'Estudis Espacials de Catalunya
(IEEC) y segunda autora del estudio.
Descubrir dos sistemas de este tipo en tan poco
tiempo nos dice que son muy comunes en el universo
"Este objeto excepcional podría desafiar nuestra
comprensión de las estrellas de neutrones y los magnetares, que son algunos de
los objetos más exóticos y extremos del universo", comenta la autora
principal del estudio, Natasha Hurley-Walker.
Observaciones
que datan de 1988
Al principio, el equipo no podía explicar lo que
había encontrado. En enero de 2022, publicaron un artículo en Nature que
describía un enigmático objeto transitorio que aparecía y desaparecía de manera
intermitente, emitiendo fuertes rayos de energía tres veces por hora.
Entre julio y septiembre de ese mismo año, el equipo
escaneó el cielo empleando el telescopio MWA. Pronto encontraron lo que andaban
buscando en la señal GPM J1839−10, que emite ráfagas de energía que duran hasta
cinco minutos, cinco veces más largas que las del primer objeto.
Otros telescopios sirvieron para confirmar el
descubrimiento y aprender más sobre las características únicas del objeto.
Entre ellos, tres radiotelescopios CSIRO en Australia, el radiotelescopio
MeerKAT en Sudáfrica, el telescopio espacial XMM-Newton y el Gran Telescopio
Canarias.
Con las características y las coordenadas celestes
de GPM J 1839-10, el equipo también comenzó a buscar en los archivos
observacionales de los principales radiotelescopios del mundo. Encontraron
resultados en los archivos del Giant Metrewave Radio Telescope (GMRT) en India,
y del Very Large Array (VLA) en EE UU, que tenían registros de observaciones
que datan de 1988.
Los primeros registros de este objeto han pasado
desapercibidos durante 33 años
“Aquello fue increíble, nuestros telescopios
registraron por primera vez pulsos de este objeto, pero nadie se dio cuenta y
permanecieron ocultos en los datos durante 33 años. Lo pasaron por alto porque
no esperaban encontrar algo así”, explica Hurley-Walker.
“Los púlsares de periodo largo se han pasado por
alto en los sondeos de radio realizados hasta ahora. Estos sondeos están
diseñados para escanear un área amplia del cielo, pero solo observan una región
en particular durante un corto período de tiempo, generalmente solo unos
minutos”, afirma Coti Zelati, investigador del ICE-CSIC y miembro del IEEC.
“Este enfoque es muy efectivo para detectar púlsares
con periodos de giro que van desde milisegundos a segundos. Sin embargo,
lamentablemente se queda corto a la hora de capturar un número suficiente de
pulsos consecutivos de púlsares de periodo largo”, añade.
Un objeto
estelar debajo de la 'línea de la muerte'
No todos los púlsares producen ondas de radio. Se
cree que algunos se encuentran por debajo de la llamada ‘línea de la muerte’,
un umbral crítico donde el campo magnético de una estrella se vuelve demasiado
débil para acelerar las partículas responsables de las ondas de radio.
El hallazgo puede ayudar a comprender fenómenos
misteriosos como las ráfagas rápidas de radio
"Hemos estudiado en detalle la emisión de un
posible púlsar o magnetar que gira tan lentamente -utilizando simulaciones por
ordenador detalladas- y la emisión brillante de estos sistemas, junto con sus
rotaciones lentas, desafía el escenario actual para la emisión de radio del
púlsar, que se encuentra debajo de las llamadas 'líneas de la muerte”, señala
Rea.
El descubrimiento tiene implicaciones importantes
para nuestra comprensión de la física de las estrellas de neutrones y las
enanas blancas, así como el comportamiento de los campos magnéticos en entornos
extremos. También plantea nuevas preguntas sobre la formación y evolución de
los magnetares y posiblemente podría arrojar luz sobre el origen de fenómenos
misteriosos como las ráfagas rápidas de radio.
El grupo de investigación de la profesora Rea en el
ICE-CSIC, en particular los investigadores predoctorales Celsa Pardo y Michele
Ronchi, y la doctora Vanessa Graber, han realizado más simulaciones para
predecir cuántos de estos objetos esperamos ver en función de su todavía
desconocida naturaleza.
Este estudio complementario que incluye el uso de
simulaciones ha sido enviado recientemente a la revista Astrophysical Journal
Letter. Los equipos de la Universidad de Curtin y del ICE-CSIC esperan
descubrir más estallidos periódicos de radio en el futuro, lo que podría ayudar
a comprender finalmente la naturaleza de estos fascinantes y enigmáticos
objetos.
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