Una brutal erupción solar golpea al mismo tiempo la Tierra, la Luna y Marte
Una flota internacional de naves espaciales detectó un fuerte evento solar que provocó un aumento significativo en el flujo de partículas energéticas del Sol, según detallan los científicos en un nuevo estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters. Este hito histórico en el que el Sol desató un estallido solar masivo y generalizado, llamado eyección de masa coronal (CME), que alcanzó simultáneamente a Marte, la Tierra y la Luna, tuvo lugar el 28 de octubre de 2021 y, según explican los investigadores, "las erupciones solares causaron mejoras intensas y duraderas en el flujo de partículas energéticas solares (SEP)".
Las naves espaciales que observaron las erupciones
en el espacio incluían a: ExoMars Trace Gas Orbiter (TGO) de ESA, Curiosity
Mars rover de NASA, el módulo de aterrizaje lunar Chang'e-4 de la CNSA , Lunar
Reconnaissance Orbiter (LRO) de NASA y Eu de DLR: El orbitador terrestre
CROPIS.
A pesar de que Marte y la Tierra están en lados
opuestos al Sol y separados por unos 250 millones de kilómetros, ambos planetas
fueron bombardeados con una intensa oleada de partículas energéticas (aparte de
nuestro satélite). El evento presentó una oportunidad sin precedentes para
observar y medir los efectos del evento de erupción solar en las superficies de
la Tierra, la Luna y Marte simultáneamente y hoy vemos los resultados de ese
estudio.
La tormenta solar azotó la Luna y Marte debido a la
falta de campos magnéticos de ambos (Marte aún conserva una débil atmósfera,
por lo que puede parar partículas de baja energía, pero no mucho más), que los
astrónomos temen que podría ser mortal para la futura exploración humana. Pero
fueron tan potentes las partículas de la tormenta solar que consiguieron volar
a través del campo magnético de la Tierra que normalmente protege a nuestro
planeta de tales eventos. Lo habitual es que las partículas cargadas golpeen la
magnetosfera terrestre, viajen por las líneas del campo magnético y se
dispersen más allá de nuestro planeta, dejándonos a salvo de ellas.
"La radiación espacial puede crear un peligro
real para nuestra exploración en todo el sistema solar", explicó el
científico del proyecto ExoMars TGO, Colin Wilson en un comunicado de prensa.
"Las mediciones de eventos de radiación de alto nivel por parte de
misiones robóticas son fundamentales para prepararse para misiones tripuladas
de larga duración. Gracias a los datos de misiones como ExoMars TGO, podemos
prepararnos para proteger mejor a nuestros exploradores humanos".
La ESA enfatiza la importancia de comprender estos
eventos solares y sus posibles efectos en los humanos, ya que la Luna y Marte
están entre los objetivos de la futura exploración del ser humano.
“Una dosis de radiación superior a 700 miligray, la
unidad para la absorción de radiación, puede inducir la enfermedad por
radiación a través de la destrucción de la médula ósea, lo que provoca síntomas
como infección y hemorragia interna”, afirmó la ESA. Añadimos otro dato: con
1.000 miligray un ser humano moriría en cuestión de una hora tras haber perdido
el conocimiento casi instantáneamente.
La tormenta solar de 2021 no liberó suficiente
radiación para dañar a los astronautas en órbita lunar: el Orbitador de
Reconocimiento Lunar de la NASA registró 'solo' 31 miligray. El estudio muestra
que ExoMars midió 9 miligray, 30 veces más que los 0,3 miligray detectados en
la superficie por el rover Curiosity.
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