Reaparece un pez mano que se creía extinto en Tasmania
Hace unos días hablábamos de la reaparición del
tiburón de Groenlandia, el más antiguo de entre los escualos. Un hecho
sorprendente y que nos habla a las claras de lo inesperado del mundo animal.
Pero los sucesos van más allá y, en las últimas fechas, se ha encontrado una
especie de pez mano que se había dado por extinguido en la isla de Tasmania, en
Australia.
El espécimen, con una longitud de entre ocho y diez
centímetros, fue hallado sin vida. Se trata de un pez mano manchado
(Brachionichthys hirsutus), una de las siete especies de pez mano endémicas de
Tasmania y el estrecho de Bass. En la totalidad de Australia hay 14 especies
diferentes de pez mano. Carlie Devine, técnica de investigación de la
Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth (CSIRO)
se muestra incrédula por el lugar en el que fue encontrado.
“Hasta el
hallazgo del pasado fin de semana, pensábamos que esta población de pez mano
manchado en Primose Sand estaba localmente extinta, y así era desde antes de
2005. También buscamos hace unos años, pero no encontramos ni un solo pez. Esto
nos da motivos para volver a buscar”, asegura en un comunicado emitido por
CSIRO.
La población de esta especie de animal marino ha
caído en picado en las tres últimas décadas. Si bien hubo un momento en el que
su presencia fue abundante en la costa este de Tasmania, ahora resulta
realmente complicado encontrarlos. “Encontrar un pez mano en la naturaleza es
como encontrar una aguja en un pajar”, exponen desde CSIRO. Su naturaleza
solitaria y su pequeño tamaño hace más complejo dar con ellos.
Hace casi tres décadas, en 1996, fue registrado como
especie en peligro de extinción en la lista roja de la Unión Internacional para
la Conservación de la Naturaleza (UICN). Fue un hito, pues se convirtió en el
primer pez marino en figurar en ella. “Antes de la década de 1990 era fácil de
encontrar. Ahora la población se ha separado y solo hay nueve poblaciones
aisladas”.
Un punto de inflexión para la caída de su población,
según se cree, comenzó cuando se convirtieron en captura accidental de la
histórica pesca de vieira con dragas cerca de la costa. Una situación que se
vio todavía más perjudicada por la infraestructura costera y una especia
invasora, la estrella de mar del Pacífico Norte, que destruyó los hábitats
comunes y sus sustratos de desove (puesta de huevos). “Podemos estimar que
quedan alrededor de 2.000 peces mano manchados en estado salvaje”, concluye
Carlie.
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