Descubren por qué los gorilas se golpean el pecho
Los gorilas macho se golpean el pecho como indicador
acústico de su tamaño corporal y su capacidad competitiva ante rivales y hembras,
según ha revelado un estudio internacional que publicó en 2021 la revista
Scientific Reports.
El trabajo ha develado el significado oculto de los
icónicos golpes en el pecho de los gorilas de montaña, cuyos ejemplares más
grandes y competitivos emiten frecuencias sonoras más bajas, es decir, sonidos
más graves, con lo que el tamaño del gorila queda codificado en el mensaje
sonoro.
En la investigación, dirigida por Edward Wright y
Martha Robbins, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, han participado
el profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona (UB)
Jordi Galbany, además de expertos de la Fundación Dian Fossey, la Universidad
George Washington y la Universidad Goethe de Frankfurt.
Los investigadores han descubierto una correlación
entre el tamaño corporal de los gorilas y la frecuencia de los sonidos
característicos de sus golpes en el tórax.
Según el estudio, esta señal visual y acústica
indica de manera fiable las dimensiones corporales de los gorilas a su grupo
social (machos y hembras), y también a otros gorilas de grupos vecinos.
El trabajo ha estudiado una decena de grupos
sociales de gorilas de montaña en el Parque Nacional de los Volcanes de Ruanda,
un hábitat reducido y muy conocido gracias a la primatóloga estadounidense Dian
Fossey.
El gorila de montaña (Gorilla beringei beringei),
uno de los grandes simios africanos que habita en las laderas volcánicas de la
falla Albertina, es una subespecie en peligro de extinción de la que quedan
menos de 1.000 ejemplares en el Parque Nacional de la Selva Impenetrable de
Bwindi (Uganda) y las montañas Virunga, entre la República Democrática del
Congo, Uganda y Ruanda.
Hasta ahora, se pensaba que los golpes se asociaban
a la competencia entre machos y al proceso de elección de grupo por parte de
las hembras, pero aún se desconocía el tipo de información comunicada.
El trabajo ha constatado que la estrategia de los
golpes en el tórax es un indicador fiable del tamaño corporal de los gorilas y
revela su capacidad competitiva respecto a los miembros tanto de su grupo
social como de otros.
Según los investigadores, la anatomía cercana a la
laringe de los machos más grandes reduce la frecuencia del sonido que producen
estos simios mientras se golpean el pecho.
Así, los machos rivales podrían sentirse intimidados
por el sonido de esos golpes (que llega a oírse a un kilómetro de distancia) y
optarían por evitar luchas con el macho emisor, mientras que las hembras
podrían emplear la información para elegir compañero.
"El comportamiento del golpe en el pecho es
típico de los gorilas machos adultos y siempre se había descrito como una
demostración de fuerza relacionado con el estatus social y con conductas de
amenaza", ha explicado el profesor de Psicobiología de la UB Jordi
Galbany.
"Este comportamiento (añade) es el clímax de
una demostración: el gorila empieza a hacer vocalizaciones similares a aullidos
cortos, se pone de pie y corre sobre las piernas mientras se golpea fuertemente
el pecho con las palmas de las dos manos alternativamente, produciendo un
sonido impresionante, como el redoble de un tambor".
"Los gorilas macho se golpean el pecho una vez
cada veinte horas de observación, pero pueden hacerlo cada pocos minutos cuando
interactúan entre dos grupos", ha detallado Galbany.
Los golpes
indican su tamaño corporal y su capacidad competitiva ante rivales y hembras.
Los investigadores también han comprobado que este
comportamiento es más frecuente los días en que hay alguna hembra en celo.
El equipo registró los golpes de pecho de los
gorilas para analizar diversos parámetros sonoros (duración, número de golpes,
frecuencia de emisión) y estudió el ancho de la espalda de cada animal a partir
de técnicas fotogramétricas no invasivas, labor en la que participó
directamente Galbany durante cuatro años de trabajo de campo en el Parque
Nacional de los Volcanes.
"Otras especies de grandes simios también
pueden llegar a comunicarse a distancia mediante señales acústicas no vocales,
como los chimpancés, que usan los contrafuertes de los árboles como tambor y
emiten un gran abanico de señales comunicativas con duraciones y
características diferentes", ha apuntado Galbany.
Comentarios
Publicar un comentario