Un agujero negro ha desplazado su posición para alinearse con la Tierra
Hace unos años, los astrónomos vieron por primera
vez una mancha de oscuridad cósmica que durante mucho tiempo se pensó que era
invisible: un agujero negro, una bestia poderosa y esquiva tan densa que ni
siquiera la luz puede escapar de su gravedad. Ahora, un nuevo estudio publicado
en Astrophysical Journal, aporta nueva luz sobre este “pozo sin fin”: la
energía que libera es inimaginable.
Se sabe que los agujeros negros devoran cualquier
cosa que se acerque a ellos: gas, estrellas, planetas e incluso otros agujeros
negros. Pero este agujero negro difuso con forma de rosquilla (posteriormente
afinado por la IA hasta convertirlo en un anillo delgado) en la galaxia M87
está rompiendo lentamente los estereotipos de los agujeros negros: parece estar
devolviendo al universo al perder energía.
Hace dos meses, este particular agujero negro
supermasivo a unos 55 millones de años luz de la Tierra, conocido como M87, fue
estudiado utilizando el Event Horizon Telescope (EHT) y las observaciones
mostraron que estaba girando, arrastrando consigo su campo magnético y el
tejido cercano del espacio y el tiempo.
Ahora, un nuevo análisis de la imagen ha revelado
que el campo magnético de este agujero negro es responsable también de
ralentizar su rotación y de que se libera una enorme cantidad de energía. Esta
fluye como "sables de luz Jedi de millones de años luz", señalan los
autores del estudio, a través de estructuras llamadas chorros relativistas, que
se extienden hasta 10 veces más que nuestra galaxia. Pero… ¿Cuánta energía
libera este agujero negro?
"Si tomamos la Tierra, la convertimos toda en
TNT y la explotamos 1.000 veces por segundo durante millones y millones de
años, esa es la cantidad de energía que obtendremos de M87", explica
George Wong, coautor del estudio.
El hecho de que los agujeros negros puedan perder
energía fue una de las predicciones de la teoría de la relatividad de Einstein.
Los científicos sabían que parte de la pérdida de energía podría deberse a los
campos magnéticos, pero no sabían exactamente cómo se desarrolla el proceso.
Los hallazgos del nuevo estudio sugieren que la energía que sale del agujero
negro se dirige hacia su campo magnético. El equipo de Wong también considera
una posibilidad puramente teórica, pero igualmente interesante, de que la
energía expulsada de M87 podría fluir hacia un agujero negro diferente.
El siguiente paso de los científicos es profundizar
en las imágenes obtenidas gracias al EHT para comprender mejor si se trata de
un fenómeno aislado o es una característica que comparten todos los agujeros
negros.
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