EL MÓDULO ODISEO LLEGA A SU FIN: LA SONDA SE APAGA POR COMPLETO EN LA LUNA

 

El pasado 22 de febrero, el módulo Odiseo de la NASA completó su alunizaje en la Luna de forma autónoma en el cráter Malapert A, a unos 300 kilómetros del polo sur lunar, para convertirse en la primera misión que supuso el regreso de Estados Unidos al satélite de la Tierra medio siglo después del fin del programa Apolo.

El aterrizaje tuvo algún que otro contratiempo, ya que la herramienta de la empresa Intuitive Machines, que iba a ser usada como orientación durante el descenso, no funcionó y, a cambio, la compañía tuvo que usar un instrumento de la NASA. Además, para el proceso del alunizaje, que le demandó cerca de una hora, Odiseo tuvo que encender su motor principal durante diez minutos para ponerse en posición vertical y posarse sobre sus seis patas.

Tras completarse este proceso, Odiseo empezó a recopilar datos útiles para enviar astronautas a la Luna de cara a un futuro, debido a que el área donde aterrizó es una de las trece regiones candidatas para el alunizaje de la misión tripulada Artemis III de la NASA, prevista para septiembre de 2026.

A finales de febrero, Intuitive Machines informó que Odiseo se posó sobre la Luna en una posición muy inclinada por un descuido humano, por lo que se dificultaron las comunicaciones y su capacidad de carga solar. Además, detallaron que los equipos de preparación de vuelo se olvidaron de desbloquear manualmente un interruptor de seguridad antes del lanzamiento.

Por consiguiente, dicho error impidió la activación posterior de los telémetros guiados por láser del módulo, lo que obligó a los ingenieros a improvisar cuando Odiseo estaba orbitando la Luna. Y, un día después del alunizaje, la firma aeroespacial señaló que dos antenas de comunicación y los paneles solares apuntaban hacia la dirección equivocada, por lo que sus capacidades iban a estar limitadas. Asimismo, hace escasos días, Intuitive Machines afirmó en su cuenta de la red social X (antes Twitter) que Odiseo ha llegado a su fin.

La misión de Odiseo terminó siete días después del alunizaje en la Luna, debido a que el módulo no estaba destinado a sobrevivir a las duras temperaturas de la noche lunar. Sin embargo, "antes de que se agotaran las baterías, los controladores de vuelo colocaron a Odiseo en una configuración que podría llamar 'hogar' si varios sistemas superaban las expectativas del fabricante", explica Intuitive Machines en su cuenta de la red social X (antes Twitter).

Dicha entidad "comenzó a escuchar la señal de activación de Odiseo el 20 de marzo, cuando proyectó suficiente luz solar que potencialmente cargaría el sistema de energía del módulo de aterrizaje y encendería su radio". Pero, al final, el 23 de marzo, los controladores de vuelo decidieron que las proyecciones de la sonda "eran correctas y el sistema de energía no completaría otra llamada a 'casa'". Por consiguiente, esto confirmó que Odiseo "se ha desvanecido permanentemente después de consolidar su legado en la historia como el primer módulo de aterrizaje lunar comercial en aterrizar en la Luna".

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