Detectan un arcoíris en un exoplaneta a 637 años luz
El arcoíris es uno de los fenómenos ópticos más
bellos de la Tierra que sólo se ha observado una vez en Venus. Pero, si los
datos se confirman, el satélite europeo Cheops ha descubierto un efecto
similar, el “efecto gloria”, en WASP-76, un exoplaneta a 637 años luz.
Esta “gloria” extrasolar, formada por anillos
concéntricos de luces de colores, ha sido detectada por Cheops, una misión de
la Agencia Espacial Europea (ESA) para caracterizar exoplanetas.
Según sus datos, este fenómeno se proyecta
directamente sobre la Tierra desde la infernal atmósfera de WASP-76b, un gigante
gaseoso similar a Júpiter.
Este efecto que se produce a menudo en la Tierra,
sólo se ha observado una vez en el planeta Venus y, si se confirma, será la
primera vez que se detecte fuera del Sistema Solar.
Por ahora, los datos de Cheops sugieren que el calor
insoportable y la luz de la cara iluminada por el sol del exoplaneta WASP-76b,
y la noche interminable de su lado oscuro, pueden estar formando la primera “gloria”
extrasolar, que se produce cuando la luz se refleja en nubes formadas por una
sustancia perfectamente uniforme pero hasta ahora desconocida.
Localizan un extraño sistema solar de seis
exoplanetas casi sin cambios desde su formación
Hasta ahora no se ha visto antes ninguna “gloria”
fuera de nuestro Sistema Solar porque “requiere unas condiciones muy
peculiares”, explica Olivier Demangeon, astrónomo del Instituto de Astrofísica
y Ciencias del Espacio de Portugal y autor principal del estudio.
“De entrada, se necesitan partículas atmosféricas
casi perfectamente esféricas, completamente uniformes y lo suficientemente
estables como para poder ser observadas durante mucho tiempo. La estrella
cercana al planeta tiene que brillar directamente sobre él, con el observador
-en este caso Keops- justo en la orientación correcta”.
“Es importante tener en cuenta la increíble escala
de lo que estamos presenciando”, subraya Matthew Standing, experto en
exoplanetas de la ESA.
“WASP-76b está a varios cientos de años luz, es un
planeta gigante gaseoso intensamente caliente en el que probablemente llueva
hierro fundido. A pesar del caos, parece que hemos detectado los signos
potenciales de una ´gloria´. Es una señal increíblemente débil”, dice.
WASP-76b es un planeta ultracaliente similar a
Júpiter menos masivo que nuestro primo rayado pero con casi el doble de su
tamaño.
Este exoplaneta orbita en torno a su estrella
anfitriona doce veces más cerca de lo que Mercurio orbita en torno al Sol, y
está “hinchado” por una intensa radiación.
Desde su descubrimiento en 2013, WASP-76b ha sido
objeto de un intenso escrutinio y ha surgido una imagen extrañamente infernal.
Una de las caras del planeta está siempre orientada
hacia el Sol y alcanza temperaturas de 2.400 grados Celsius. Aquí, los
elementos que formarían rocas en la Tierra se funden y evaporan, sólo para
condensarse en el lado nocturno, ligeramente más frío, creando nubes de hierro
de las que llueve hierro fundido.
Pero lo más desconcertante es la asimetría en las
regiones más externas que se observan cuando el exoplaneta pasa por delante de
su estrella anfitriona.
El estudio se completó con datos de misiones de la
ESA y la NASA, como TESS, Hubble y Spitzer.
Aunque el efecto de la “gloria” crea patrones
similares a los del arcoíris, no son lo mismo. El arcoíris se produce por
refracción, cuando la luz atraviesa gotas de agua, lo que hace que la luz
blanca se divida en sus distintos colores y cree el conocido arco redondo de un
arcoíris.
La “gloria” se forma cuando la luz pasa entre una
abertura estrecha, por ejemplo entre las gotas de agua de las nubes o la
niebla. Así, la trayectoria de la luz se dobla (en este caso se difracta),
creando casi siempre anillos concéntricos de color, con interferencias entre
las ondas luminosas que crean patrones de anillos brillantes y oscuros.
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