El cambio climático está aumentando los suicidios en todo el mundo
Es conocido y altamente denunciado que el cambio climático, que el calentamiento global, está provocando graves problemas de salud en la población. Especialmente de tipo cardiorrespiratorio y cancerígeno. Lo que ahora el Clínic plantea, en un metaestudio (un estudio sobre numerosos análisis parciales ya existentes) es que también existe una correlación entre el calentamiento del planeta y el empeoramiento de la salud mental. Y, en concreto, el aumento de suicidios. Correlación no significa que se establezca una relación causa-efecto, como precisan los autores, porque el suicidio, concretamente, tiene siempre causas múltiples. Además, el estudio, basado en analizar 284 investigaciones previas y datos climáticos desde 1800, admite que los datos incluyen varias limitaciones que impiden llegar a conclusiones cerradas.
El trabajo lo han liderado dos equipos: el grupo
imagen de los trastornos relacionados con el estado de ánimo y la ansiedad
(IMARD), dirigido por Joaquim Raduà, y el de trastornos bipolares y depresivos,
al frente del cual está un experto internacional, Eduard Vieta, jefe de
Psiquiatría y Psicología del Clínic. Según este análisis, el calentamiento
global puede haber hecho aumentar un 5% los casos de suicidios. Y la previsión
es que el aumento siga creciendo, hasta que en 25 años sea del 7%. También,
siempre según este estudio, han crecido los comportamientos suicidas y los
ingresos hospitalarios por riesgo autolítico. Este estudio lo ha publicado la
revista World Psychiatry. Vieta asegura que "la correlación [entre aumento
de temperatura y de suicidios] es muy robusta; el suicidio es multifactorial
pero todo indica que el calor extremo contribuye al mismo en cierta
medida", indica este experto. "No podemos separar la salud mental de
la física, y estso datos nos han de hacer reflexionar no solo sobre
contaminantes sino con el estilo de vida que no es muy bueno para la salud
mental ni metabólica", plantea Vieta.
La relación concreta entre temperatura y suicidio
Vieta explica en concreto que lo que se ha
detectado, en todos los estudios, es que cada vez que se producen aumentos
notables de temperatura y el aumento de suicidios, porque se repite el patrón.
"Cada vez que vemos esto, hay una relación, por eso la relación es
robusta", añade. En concreto, el experto detalla que "a nivel
neurobiologico, situaciones de estrés térmico generan un aumento del cortisol,
y esto genera cambios en la serotonina y en una serie de neurotransmisores,
existen mecanismos teóricos al respecto y hat que analizar con más estudios
internacionales el mecanismo que hay detrá de ello, epro queda demostrado que
los aumentos de temperatura generan un malestar emocional que, añadido a otros
factores, generan problemas que pueden llevar a conductas suicidas",
añade.
Las limitaciones del estudio
Al mismo tiempo, el trabajo incluye "algunas
limitaciones". La primera, que se basa en lo que ya se ha publicado, sin
poder establecer nuevas relaciones entre datos. La segunda, que la calidad de
las revisiones sistemáticas "fue generalmente baja". Y la tercera,
que aunque se aumenta el aumento de temperatura global y su riesgo en la salud
mental, "no asumimos que una reducción en la misma exposición determinada
[a las temperaturas] corresponda a una reducción del riesgo de enfermedad
mental". "Nuestra evidencia no contradice que, por ejemplo, la
exposición al frío extremo también puede empeorar los resultados de salud
mental", admite.
"Hay una serie de hipótesis -añade Vieta-, pero
la relación entre suicidio y cambio climático puede ser indirecto, pero es un
factor más, claramente, la asociación es muy robusta, lo cual se ha de
diferenciar de que sea la causa o la principal, la gente no se suicida porque
aumente la temperatura". Este investigador añade que las causas del
suicidio a menudo son trastornos mentales pero la temperatura es una "gota
en el vaso ya casi lleno".
"Estos datos, junto a los del impacto en la
salud física, nos obligan en mayúsculas a impulsar urgentemente iniciativas
globales" para frenar el cambio climático, ha reclamado Raduà. El estudio
aborda otras cuestiones, como que estar expuesto durante muchos años a
productos disolventes (pinturas, esmaltes o barnices) incrementa los casos de demencia
o deterior cognitivo. Finalmente, también se establece una asociación entre
estar expuesto a partículas contaminantes del aire, procedentes del humo de los
combustibles fósiles o de las fábricas, y tener más posibilidades de sufrir
depresión postparto. Y que altos niveles de dióxido de azufre puede incrementar
las recaídas en personas con un diagnóstico de esquizofrenia.
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