La nave Starliner de Boeing vuelve a fallar justo minutos antes de su lanzamiento con tripulación

 

Tampoco ha podido ser hoy. Tras numerosos retrasos y aplazamientos por problemas técnicos, la NASA ha vuelto a posponer la primera prueba con astronautas de la nave espacial Starliner que está desarrollando la empresa Boeing Space bajo su supervisión. Se trata de un vehículo concebido para funcionar como una especie de taxi espacial que lleve a los astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS), al igual que ya hace regularmente la nave Crew Dragon, desarrollada por la empresa SpaceX, de Elon Musk.

El despegue desde Cabo Cañaveral, en Florida, estaba previsto para este sábado a las 18.25 (hora peninsular española) a bordo de un cohete Atlas V de la empresa United Launch Alliance (ULA). La misión tenía luz verde para el lanzamiento pero a las 18.21, se paró la cuenta atrás por razones que aún se desconocen.

Tres horas antes, los veteranos astronautas de la NASA Barry Wilmore, comandante de la misión, y Sunita Williams, piloto, habían entrado en la nave para colocarse en su asiento y hacer todas las comprobaciones previas al despegue. Minutos después, el director de ULA, Tony Bruro, explicó que se había resuelto un problema con unas válvulas del cohete. A las 17 horas, la meteorología era favorable para el lanzamiento y, poco después, se cerró la escotilla de la nave. Pero a las 18.21, apenas tres minutos antes de la hora prevista para el lanzamiento, se detuvo la cuenta atrás. Poco después, la NASA anunciaba que abortaba la misión. Los astronautas ya han salido de la nave y se encuentran bien.

 Según ha explicado la NASA en un comunicado, el equipo está investigando la causa por la cual se produjo una parada automática (automatic hold) del secuenciador de lanzamiento (ground launch sequencer). Se trata del sistema que sigue la secuencia programada de todas los comandos que tienen que mandar al cohete. El ordenador involucrado en el fallo, por tanto, es un componente que pertenece al cohete Atlas V, propiedad de la empresa ULA.

En rueda de prensa desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA, tres de los responsables de la misión explicaron el sábado que a lo largo de la noche investigarían la causa del fallo y aunque en esa comparecencia no descartaban volver a intentarlo el domingo, horas después señalaron que la prueba no sería finalmente este fin de semana: "No sabremos lo que ha ocurrido hasta que tengamos acceso físico al ordenador", señaló Tory Bruno, presidente y director de ULA. El máximo responsable del cohete Atlas V bajaró varios posibles escenarios, pero insistió en que hasta que no sepan qué causó el fallo, no pueden saber cuándo volverán a intentar lanzar.

Una vez descartado el domingo, las siguientes fechas posibles para el lanzamiento son el miércoles 5 de junio y el jueves 6 de junio.

"Estuvimos muy cerca, el equipo es muy profesional y cuando estemos listos para despegar, despegaremos", ha señalado Mark Nappi, vicepresidente de Boeing Space y jefe del programa de vuelos comerciales tripulados de la compañía.

"Sé que es decepcionante porque estábamos muy emocionados, pero así es el espacio. Llevo 37 años en esto y cada vez que tienes un cohete en la plataforma de lanzamiento existe la posibilidad de que tengas que abortar el despegue", ha reconocido Steve Stich, jefe del programa de vuelos comerciales de la NASA.

10 AÑOS PARA FABRICAR LA NAVE

Hace 10 años que la NASA seleccionó a Boeing y a SpaceX para que fabricaran sendas naves espaciales para llevar a sus tripulantes a la ISS, mientras la agencia de EEUU se centraba en fabricar su vehículo para viajar a la Luna. Pese a que SpaceX también sufrió retrasos, su nave está lista desde 2020, mientras que Boeing ha acumulado una serie de problemas que han hecho que la nave aún no haya sido testada por astronautas.

De hecho, la nave iba a hacer su primer vuelo tripulado de prueba este sábado a pesar de haber sido detectada una pequeña fuga de helio en el sistema de propulsión de la nave, que no había sido resuelta. Los responsables de la misión consideraron que esa pequeña fuga no constituía una amenaza para la seguridad por lo que la misión fue programada para este sábado 1 de junio.

 

El pasado 6 de mayo (7 de mayo en España), cuando sólo faltaban un par de horas para el despegue y los dos astronautas también estaban ya dentro de la cápsula, el despegue fue abortado al detectarse un fallo en una válvula del cohete Atlas V, en concreto, la que regula la presión en el tanque de oxígeno líquido de la etapa superior Centaur.

Debido a que se decidió reemplazar la válvula afectada en lugar de arreglarla, al cabo de unos días se fijó la fecha de lanzamiento para el 17 de mayo, pero posteriormente se volvió a aplazar.

TERCER VUELO DE STARLINER

Si el lanzamiento hubiera ido bien, la nave Starliner se habría acoplado al módulo Harmony de la ISS el domingo a las 18.50 (hora peninsular) para una misión de ocho días. La NASA iba a aprovechar este vuelo de prueba para llevar a los tripulantes de la ISS unos 300 kilos de material y alimentos.

El vuelo tripulado de la Starliner será el tercero que la nave hace al espacio. La primera prueba, sin tripulantes, se realizó en octubre de 2019, pero la Starliner no fue capaz de llegar a la ISS y tuvo que volver a la Tierra.

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