Las Rocas Azules de Stonehenge no fueron transportadas por humanos

Después de varios años la publicación del estudio realizado por Herbert Henry Thomas en 1923 sobre Stonehenge, la icónica Piedra del Altar, situada en el círculo interno del monumento, está en el centro de una nueva investigación que desafía las ideas previas acerca de su origen.

Stonehenge ha fascinado a los arqueólogos y visitantes durante siglos. Fue construido en las etapas entre el 3100 a.C. y el 1600 a.C., sus enormes piedras han sido objeto de debate y estudios sobre cómo llegaron allí.

Una nueva investigación publicada por la revista Quaternary Newsletter comentan que el Canal de Bristol fue la ruta de transporte glaciar, respaldado por el descubrimiento de un gran bloque errático (que proviente de un sitio lejano) en la Bahía de Limeslade, en el sur de Gales. Un hallazgo que desafía la teoría de que dichas piedras azules de Stonehenge fueron transportadas de forma manual desde las Colinas Preseli.

El doctor Brian John, autor y geomorfólogo retirado y profesor universitario, con su equipo de estudio, tienen un idea diferente en el que comentan que el errático de Limeslade fue arrastrado hacia el este por un glaciar durante la Edad de Hielo, desde el mar de Irlanda y después por el Canal de Bristol.

“El flujo de hielo responsable de arrastrar y transportar el enorme bloque errático se originó en el Mar de Irlanda, como parte de la gran Capa de Hielo Británica e Irlandesa. Fluyó a través de Pembrokeshire desde el noroeste hacia el sureste, y luego se dirigió hacia el este por el Canal de Bristol”, explicó el Dr. John.

 Según esta nueva investigación el bloque de Limeslade procede de la costa norte de Pembrokeshire, confirmando que el hielo glaciar transportó rocas de varios lugares.

El conjunto de piedras azules de Stonehenge consiste en al menos 30 tipos de rocas diferentes, muchas de las cuales tienen características de errático glaciares de larga data.

El doctor explica que esta suposición pasa por alto la evidencia sustancial de una extensa glaciación y que el hielo llegó hasta el borde del estante marino del mar Céltico, más de 200 kilómetros más allá de las islas Scilly.

Brian John sugiere que el hielo debió haberse extendido hasta los niveles de Somerset y el escarpe de tiza de Wiltshire.

El doctor concluye que es probable que los antepasados neolíticos hayan recolectado las piedras azules que encontraron en la Llanura de Salisbury y las hayan utilizado donde las encontraron.

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