La señal Wow! fue emitida por un objeto espacial compuesto por hidrógeno
En 1977, un evento extraordinario capturó la
atención de la comunidad científica: el radiotelescopio Big Ear de la Universidad
Estatal de Ohio, que estaba inmerso en el proyecto SETI para la búsqueda de
inteligencia extraterrestre, registró una poderosa señal de radio de 72
segundos de duración desde la constelación de Sagitario. Este fenómeno, que se
produjo cerca de la frecuencia de 1420 MHz —la misma que emite el hidrógeno
neutro y que es considerada una frecuencia clave en la búsqueda de señales
extraterrestres—, fue tan impactante que llevó al astrónomo Jerry R. Ehman a
escribir "Wow!" al margen del registro impreso, dando nombre a la
ahora famosa señal Wow!. Desde aquel momento, la señal ha sido objeto de
fascinación y múltiples teorías, pero, a pesar del entusiasmo que generó, esta
potente señal nunca se ha vuelto a detectar.
¿Podría tratarse de un mensaje de una civilización
alienígena? Aunque algunos científicos inicialmente lo consideraron una
posibilidad, la falta de repetición y la ausencia de modulación en la señal
hicieron dudar a la comunidad científica.
Ahora, un nuevo estudio liderado por el astrobiólogo Abel Méndez, del
Laboratorio de Habitabilidad Planetaria de la Universidad de Puerto Rico en
Arecibo, ha presentado una explicación innovadora a un antiguo enigma. El
estudio, que aún está siendo revisado por pares, ha sido publicado en el
servidor de preimpresiones arXiv.
A través del análisis de datos archivados y nuevas
observaciones realizadas con el ahora inactivo radiotelescopio de Arecibo
recopilados entre 2017 y 2020, Méndez y su equipo han detectado señales similares,
aunque menos intensas, cerca de la misma línea de hidrógeno. Estas
observaciones sugieren que fenómenos astrofísicos naturales, como la emisión
estimulada de nubes de hidrógeno impactadas por radiación de fuentes
transitorias intensas —tales como magnetares o estrellas de neutrones—, podrían
ser la causa.
"Nuestras últimas observaciones, realizadas
entre febrero y mayo de 2020, han revelado señales de banda estrecha similares
cerca de la línea de hidrógeno, aunque menos intensas que la señal original
Wow! original", señala Méndez.
El equipo propone así que un evento de llamarada
magnétar u otro fenómeno similar provocó una emisión intensificada que hizo que
las nubes de hidrógeno 'brillaran' temporalmente en la radiofrecuencia
observada, creando un fenómeno conocido como máser astronómico natural; un
láser de microondas originado en el espacio. Este fenómeno, aunque
extremadamente raro y dependiente de alineaciones precisas, explicaría la
singularidad y la brevedad de la señal.
La hipótesis de Méndez explica no solo las
características de la señal, sino también por qué no ha vuelto a detectarse un
fenómeno similar. La alineación precisa de los objetos involucrados, necesaria
para que una señal de este tipo sea observable, es extremadamente rara, lo que
coincide con el hecho de que solo haya sido captada una vez.
"Nuestra hipótesis explica todas las
características observadas de la señal Wow!, introduce otra fuente de falsos
positivos en las búsquedas de tecnofirmas y sugiere que esta señal representó
la primera llamarada de máser astronómico registrada en la línea de
hidrógeno", escriben los investigadores en el borrador de su artículo.
Si bien esta explicación puede decepcionar a quienes
esperaban un origen extraterrestre para la señal, abre nuevas oportunidades
para estudiar fenómenos astrofísicos poco comunes y entender mejor cómo
interactúan las nubes de hidrógeno con otras fuerzas en el universo. Además,
proporciona a los astrónomos un nuevo enfoque para analizar futuras señales
sospechosas en la búsqueda de vida más allá de la Tierra.
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