Los científicos logran reconstruir el ADN de un mamut de hace 52.000 años

 

Cuando hablamos de animales que ya no existen en nuestro planeta, muchos se acuerdan de algunos animales prehistóricos que vivieron en la Península Ibérica, entre los que destacan el mamut lanudo. Es posible saber cuándo se extinguió el último mamut y por qué desapareció y ahora, por suerte, también tener acceso a su ADN.

Gracias al artículo publicado en la revista científica Cell hemos podido conocer la investigación que han llevado a cabo un grupo internacional de científicos, que ha conseguido reconstruir el genoma y las estructuras cromosómicas en tres dimensiones de un ejemplar de mamut lanudo de 52.000 años de edad.

Estamos hablando de cromosomas fosilizados, un millón de veces con mayor longitud que la mayoría de fragmentos de ADN, que permitirán a la ciencia conocer cómo se organizaba el genoma del mamut y cuáles eran los genes que se encontraban activos en el tejido de la piel, a partir del cuál se ha conseguido extraer el ADN. Si te preguntas cómo es posible que se haya conseguido este hito, te lo contamos a continuación.

 Según la investigación, el increíble nivel de detalle del genoma de este ejemplar de mamut lanudo ha sido provocado porque el animal se deshidrató por congelación, un proceso que también se conoce como liofilización, justo después de morir, lo que permitió que se ADN se conservase en un estado similar al cristal. Erez Lieberman Aiden, uno de los autores del estudio, ha afirmado en la plataforma de distribución de noticias EurekAlert que:

Este es un nuevo tipo de fósil y su escala empequeñece fragmentos antiguos de ADN individuales (...) También es la primera vez que un cariotipo (el conjunto completo de cromosomas que posee una especie) de cualquier clase ha sido determinado de una muestra antigua.

El ejemplar de mamut que ha sido analizado fue encontrado en el nordeste de Siberia en el año 2018. Para reconstruir su ADN, los científicos obtuvieron una muestra de piel procedente de la parte posterior de una de sus orejas y utilizaron un método denominado Hi-C. Marc A. Marti-Renom, profesor de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados, asegura que:

Imagina que tienes un puzzle que tiene 3.000 millones de piezas, pero no tienes la imagen del puzzle final para trabajar. Hi-C te permite tener una aproximación de esa imagen antes de que empieces a colocar las piezas juntas (...) Por primera vez, tenemos un tejido de mamut lanudo del que aproximadamente sabemos que genes estaban encendidos y cuáles estaban apagados. Este es un extraordinario nuevo tipo de dato y es la primera medida de actividad genética específica celular de los genes de cualquier muestra de ADN antigua.

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