Médicos Sin Fronteras anuncia el fin del cólera en Zimbabue

Tras casi un año y medio de lucha contra el que ha sido el segundo mayor brote de cólera de su historia, Zimbabue decretó el pasado 2 de agosto el fin de la epidemia en el país; una declaración que se produce después de 30 días sin que se reporten nuevos casos.

Médicos Sin Fronteras (MSF) acoge el anuncio con enorme satisfacción y alegría y lo califica como una gran victoria para el país, pero pide que no se olvide la gran cantidad de recursos que se han invertido y el enorme esfuerzo que ha tenido que hacerse hasta llegar a este punto. La organización médico-humanitaria internacional afirma que, de cara a prevenir futuros brotes, es necesario tomar medidas para evitar que la gente enferme continuamente. Entre ellas estaría el garantizar el acceso a las vacunas contra el cólera, que el país invierta en infraestructuras de agua, saneamiento e higiene (WASH), tanto en las comunidades urbanas como rurales, y el empleo de un enfoque integral en la lucha contra la enfermedad. ​ ​

El equipo de MSF apoyó al Ministerio de Salud y Atención a la Infancia (MoHCC) en la lucha contra el cólera, interviniendo en seis distritos rurales, tres áreas urbanas (incluida la capital, Harare) y una prisión. MSF prestó apoyo a través de formación a los equipos sanitarios, de la gestión de casos y de la puesta en marcha de actividades de promoción de la salud y comunicación de riesgos en las comunidades, así como a través de diversas actividades para la mejora de la gestión del agua, del saneamiento y de la higiene (WASH).

En este último brote, según los datos del Ministerio de Salud y Atención a la Infancia, Zimbabue registró un total de 34.550 casos sospechosos de cólera (3.964 casos confirmados), de los cuales 33.831 lograron recuperarse y 719 fallecieron. De estas 719 muertes, 88 fueron confirmadas por cultivo, mientras que las 631 restantes fueron registradas como sospechosas.

"Dada la magnitud del brote, la cantidad de personas afectadas y el enorme número de vidas que se cobró durante este último año y medio, resulta extremadamente alentador saber que el cólera ha llegado a su fin en Zimbabue. Sin embargo, la terrible experiencia por la que todos hemos tenido que pasar ha dejado también muchas lecciones que deberían ser tenidas en cuenta de cara al futuro.

Resulta también muy relevante que esta declaración se haya producido pocos días después de la primera conferencia internacional para la eliminación del cólera, organizada por el Gobierno de Mozambique los días 29 y 30 de julio. Fue esperanzador ver a muchos países, incluidos los del sur de África, representados por sus jefes de Estado y ministros, así como a representantes de la ONU y de diversas organizaciones no gubernamentales, debatir sobre los desafíos a los que nos enfrentamos y las formas de mejorar nuestra lucha contra el cólera, especialmente en nuestra región, que se ha visto gravemente afectada por graves brotes de esta enfermedad en los últimos años. ​ Este no es un problema que podamos resolver de forma individual, sino que todos y todas debemos trabajar juntos y elaborar estrategias adecuadas. Creemos y reiteramos los mensajes compartidos en la conferencia de que el cólera puede prevenirse si se tienen en cuenta diferentes aspectos y se habilita un enfoque multidisciplinar, como la vacunación, el trabajo en agua y saneamiento, la participación de la comunidad, el compromiso de los líderes y la gestión de los casos.

Seguimos apostando por la vacunación contra el cólera en todo el mundo y hacemos un llamamiento para que más fabricantes se sumen y produzcan urgentemente vacunas orales contra el cólera y proporcionen al menos dos dosis de la vacuna en las zonas de riesgo, en lugar de una dosis, ya que esto solo proporcionar seis meses de protección. Con dos dosis, la inmunidad contra la infección dura tres años.

En la actualidad, solo hay un fabricante produciendo la versión precalificada de la vacuna y lo está haciendo a su máxima capacidad actual, después de que el otro fabricante que había en el mercado dejase de producirla a finales de 2022, sin que ningún nuevo fabricante haya entrado en el mercado este año; en parte por la dificultad de poder hacer previsiones de los niveles de oferta y demanda, debido la imprevisibilidad de los brotes.

La estrategia de una sola dosis no ha sido suficiente. En 2023, 14 países solicitaron 76 millones de dosis para aplicar una estrategia de dosis única, pero sólo había 38 millones disponibles en le mercado. Si se hubiera aplicado una estrategia de dos dosis, el déficit en el número de vacunas ascendería a 104 millones de dosis para la respuesta a los brotes. Eso sin contar las dosis necesarias para las campañas preventivas.

Somos conscientes de que esta escasez no se va a solucionar pronto, pero es necesario que se haga un mayor esfuerzo para producir más vacunas. Y mientras tanto, los países también deben emplear otras estrategias para prevenir o frenar los brotes de cólera, empezando por la importancia de reforzar los sistemas de agua y saneamiento y la promoción de prácticas higiénicas adecuadas. Las soluciones a más largo plazo incluyen la sustitución de los anticuados sistemas de agua y alcantarillado, establecer un sistema sostenible de eliminación de residuos y el suministro de agua potable. Todo ello es fundamental para prevenir y controlar la transmisión del cólera y otras enfermedades transmitidas por el agua. Si no se adopta un enfoque integral para luchar contra el cólera, puede que pronto vuelva a llamar a nuestras puertas".

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