La paradoja de los tres extraterrestres

 

Tres extraterrestres aterrizaron en la Tierra en su platillo volante. Todos se fueron por caminos separados para aprender el idioma de los terrícolas.

El primer extraterrestre pasó por un restaurante. Alguien en la cocina estaba buscando algunos tenedores y cuchillos de repuesto, y se repetía a sí mismo: "Tenedores y cuchillos, tenedores y cuchillos, tenedores y cuchillos...". El primer extraterrestre pensó que "tenedores y cuchillos" era una expresión que sonaba maravillosa, aunque no estaba exactamente seguro de lo que significaba.

El segundo extraterrestre pasó por un campo de béisbol. Un equipo de béisbol que acababa de ganar su partido se estaba dando la mano y gritando: "¡Lo hicimos! ¡Lo hicimos!". El segundo extraterrestre pensó que "lo hicimos" sonaba interesante, aunque tampoco estaba segura de lo que significaba.

El tercer extraterrestre pasó por una iglesia. Dentro de la iglesia, una multitud de personas cantaba: "¡Aleluya! ¡Aleluya!". El tercer extraterrestre estaba tan interesado en la palabra "aleluya" como los otros extraterrestres habían estado interesados en lo que habían oído, aunque estaba igual de inseguro de lo que significaba.

Los tres extraterrestres se reunieron en su platillo volante para hablar sobre lo que acababan de aprender. Justo en ese momento, apareció un policía y les dijo: "Acaba de cometerse un asesinato. ¿Saben cómo fue asesinado la víctima?".

El primer extraterrestre no sabía qué decir, así que dijo lo primero que se le pasó por la cabeza: "¡Tenedores y cuchillos!".

"Tenedores y cuchillos", dijo el policía. "Muy interesante. ¿Saben quién fue el asesino?".

El segundo extraterrestre no sabía qué decir, así que también dijo lo primero que se le pasó por la cabeza: "¡Lo hicimos!".

"¿Admiten haberlo hecho?", jadeó el policía. "Bueno, entonces, los tres están arrestados. ¿Tienen algo que decir en su defensa?".

El tercer extraterrestre dijo: "¡Aleluya!".

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