Murió otro cuervo en la Torre de Londres y encendió las alarmas por una oscura profecía
Con pocos días de diferencia, falleció otro cuervo de la Torre de Londres y la profecía pone en peligro a la monarquía. Qué hay que tener en cuenta.
En las profundidades históricas de la Torre de
Londres, en el corazón de la capital británica, habita una leyenda tan antigua
como la propia monarquía: la de los cuervos.
Estas aves, con su plumaje negro y su mirada
penetrante, fueron por siglos más que simples criaturas aladas; son guardianes
místicos, vinculados al destino de la Corona.
La tradición cuenta que el rey Carlos II, cautivado
por una profecía que auguraba la caída del reino si los cuervos abandonaban la
Torre de Londres, promulgó una ley que garantizaba su permanencia.
Desde entonces, estas aves fueron veneradas como
símbolos de estabilidad y poder. Sin embargo, en los últimos años, una sombra
de duda llegó a esta antigua creencia.
La muerte de tres cuervos en un corto período ha
reavivado los temores sobre el cumplimiento de la profecía. Gripp, el último en
fallecer, se sumó a Erin y Rex, cuyas muertes en 2022 y 2024, respectivamente,
ya habían generado conmoción.
Las redes sociales se han inundado de especulaciones
y teorías, desde los más escépticos que atribuyen las muertes a causas
naturales, hasta los más supersticiosos que ven en ellos una señal para la
monarquía.
Pero, ¿quiénes son realmente estos cuervos? Más allá
de su papel legendario, cada uno tiene un nombre y una personalidad única.
Jubilee, Harris, Poppy, Georgie, Edgar y Branwen son los actuales residentes de
la Torre de Londres, cuidados con esmero por los Yeomen Warders, conocidos como
Beefeaters.
Estos guardianes de la tradición se encargan de
alimentar, limpiar y vigilar a las aves, asegurando que siempre haya seis, tal
como lo exige la ley.
Michael Chandler, el “maestro de los cuervos”,
encabeza este equipo. Con su experiencia como excomandante de los Royal
Marines, Chandler aborda su tarea con una seriedad que trasciende lo meramente
animal. Para él, los cuervos son mucho más que mascotas; son los guardianes de
una historia milenaria.
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