Detectan un océano subterráneo en Calisto, la luna helada de Júpiter

Un estudio dirigido por el Laboratorio a Propulsión a Chorro revela indicios de un océano salado bajo la superficie de la luna más lejana de Júpiter, lo que refuerza la posibilidad de encontrar vida en otros astros del sistema solar

Calisto, una de las cuatro grandes lunas de Júpiter descubiertas por Galileo Galilei, ha pasado a ocupar un lugar central en la exploración espacial tras un nuevo hallazgo revelado por la NASA. Investigadores del Laboratorio a Propulsión a Chorro (JPL) han identificado indicios sólidos de la existencia de un océano salado subterráneo en esta lejana luna helada, un descubrimiento que podría tener importantes implicaciones en la búsqueda de vida fuera de la Tierra.

El estudio, liderado por el investigador Corey J. Cochran, ha demostrado que bajo una gruesa capa de hielo que cubre la superficie de Calisto podría esconderse un océano de decenas de kilómetros de profundidad y gran extensión. Este océano estaría protegido por varias capas de hielo de diferente grosor, lo que ha dificultado hasta ahora su detección directa.

Cómo se ha descubierto

Los investigadores llegaron a esta hipótesis analizando las mediciones magnéticas obtenidas durante múltiples sobrevuelos de la sonda Galileo, que visitó el sistema joviano en los años 90. Al comparar estos datos con un modelo detallado de la ionosfera de Calisto, se observó que el campo magnético detectado podría explicarse por la presencia de un océano de agua salada, que actúa como conductor eléctrico.

Sin embargo, los científicos insisten en que aún se necesitan más datos para confirmar este hallazgo, y las próximas misiones serán fundamentales. La NASA planea enviar en 2025 la sonda Europa Clipper, mientras que la Agencia Espacial Europea (ESA) ya ha puesto en marcha su misión JUICE, ambas con el objetivo de estudiar en detalle las lunas heladas de Júpiter, incluida Calisto.

Una candidata a albergar vida

El interés por las lunas jovianas como Calisto o Europa ha crecido en la última década, al identificarlas como mundos oceánicos potencialmente habitables. Aunque la superficie de Calisto es inhóspita y está muy castigada por los impactos, su interior podría ofrecer las condiciones necesarias para la vida tal y como la conocemos, gracias al agua líquida, los minerales y, posiblemente, fuentes de energía química.

Calisto, que ha sido comparada en estilo con mundos de ciencia ficción como Yavin 4 en Star Wars, es la segunda luna más grande de Júpiter y la tercera del sistema solar. Su distancia con respecto al planeta gaseoso hace que esté menos expuesta a su radiación, lo que también podría ser un punto a favor para futuras exploraciones.

Un nuevo capítulo en la búsqueda de vida

Este descubrimiento refuerza la idea de que la vida no tiene por qué limitarse a planetas rocosos como la Tierra, y que algunos satélites de gigantes gaseosos pueden ser entornos viables si reúnen los ingredientes adecuados. A medida que nuevas misiones lleguen al sistema joviano, Calisto podría revelarse como uno de los lugares más prometedores del sistema solar para encontrar indicios de vida pasada o presente.

 

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