El hallazgo de metano abre la posibilidad de hallar vida en el planeta enano Makemake
Un equipo internacional liderado por el Southwest Research Institute (SwRI) ha detectado por primera vez gas en el planeta enano Makemake gracias al telescopio espacial James Webb de la NASA. El hallazgo convierte a Makemake en el segundo objeto transneptuniano, después de Plutón, en el que se confirma la presencia de gas, concretamente metano, lo que apunta a un mundo dinámico y no inerte en los confines del Sistema Solar.
Makemake, uno de los planetas enanos más grandes y brillantes, presenta una
superficie dominada por metano helado. La novedad es que ahora se ha detectado metano
en fase gaseosa por encima de esa superficie, lo que revela que este remoto
cuerpo celeste mantiene procesos activos. Según la investigadora principal, la
doctora Silvia Protopapa (SwRI), el hallazgo demuestra que Makemake “no
es un remanente inactivo, sino un cuerpo dinámico donde el metano aún
evoluciona”.
Una atmósfera tenue o
géiseres de metano
Las observaciones sugieren que este metano podría corresponder a una atmósfera
muy tenue en equilibrio con el hielo superficial, similar a la de Plutón, o
bien a episodios más breves y violentos de actividad, como plumas
criovolcánicas o sublimación de tipo cometario. Ambas hipótesis son
consistentes con los datos recogidos hasta el momento.
Los modelos apuntan a que, si existe una atmósfera estable, esta tendría
una temperatura de unos 40 Kelvin (-233 ºC) y una presión superficial de
apenas 10 picobares, cien mil millones de veces menor que la terrestre y
hasta un millón de veces más débil que la de Plutón. Otra posibilidad es que el
gas sea expulsado en plumas que liberarían cientos de kilos de metano por
segundo, niveles comparables a los intensos géiseres de agua de Encélado,
la luna de Saturno.
Un enigma que conecta
con otros mundos
El hallazgo se suma a las anomalías térmicas ya registradas en Makemake y
refuerza la idea de que en su superficie podrían existir zonas calientes
localizadas con emanaciones de gas, un comportamiento que recuerda a mundos
donde se ha planteado la posibilidad de condiciones habitables. Para los
investigadores, estos procesos son clave para comprender cómo evolucionan los
cuerpos helados ricos en compuestos volátiles en los confines del Sistema
Solar.
Próximos pasos con el
telescopio Webb
El equipo de científicos espera realizar observaciones con mayor resolución
espectral en futuras campañas del James Webb, con el fin de determinar
si el metano corresponde a una atmósfera difusa o a estallidos localizados. El
estudio, titulado “JWST Detection of Hydrocarbon Ices and Methane Gas on
Makemake”, ha sido aceptado para su publicación en The Astrophysical
Journal Letters y ya está disponible en arXiv.
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