La NASA halla posibles rastros de vida en Marte

El rover Perseverance ha hallado en el cráter Jezero rastros geoquímicos que podrían ser la señal más clara hasta ahora de que hubo vida en Marte, aunque los científicos insisten en que solo el retorno de muestras a la Tierra podrá confirmarlo

El vehículo de exploración Perseverance, que recorre la superficie marciana desde 2021, ha identificado en la zona del valle Neretva afloramientos rocosos formados por arcillas y conglomerados sedimentarios. En algunos de ellos, como los denominados Cataratas de Chevaya, Templo de Apolo y Praderas de Walhalla, se han detectado compuestos orgánicos asociados al carbono y unas curiosas manchas verdosas, con aspecto de “piel de leopardo”, que podrían tener origen biológico.

Una de estas muestras, bautizada como Cañón Zafiro, ha sido sellada en una cápsula para que en el futuro pueda ser recogida y enviada a la Tierra. Según explican los investigadores en la revista Nature, las condiciones acuosas y templadas en las que se formaron estas rocas habrían permitido reacciones químicas que podrían estar relacionadas con la vida.

Cautela ante un hallazgo histórico
El administrador interino de la NASA, Sean Duffy, ha calificado este descubrimiento como “el rastro de vida más claro que hemos visto en Marte”. Sin embargo, tanto él como la responsable científica de la agencia, Nicky Fox, han subrayado que los indicios no son pruebas concluyentes y que será necesario analizarlos en laboratorios terrestres para descartar procesos químicos abióticos.

Expertos del Centro de Astrobiología en Madrid, como Alberto González Fairén y Ricardo Amils, insisten en que las muestras contienen posibles biofirmas pero no evidencias directas. Según Antonio Molina, también del CAB, la clave está en minerales como la vivianita, cuya formación no encaja del todo con procesos puramente inorgánicos en la región explorada.

Una carrera espacial por el retorno de muestras
El hallazgo vuelve a poner en el centro del debate el programa Mars Sample Return (MSR), que debería traer a la Tierra las cápsulas selladas por el Perseverance. La misión, prevista inicialmente para la próxima década con apoyo de la Agencia Espacial Europea, está en riesgo por los recortes presupuestarios impulsados por Donald Trump. China, por su parte, planea una misión robótica de ida y vuelta entre 2028 y 2030, lo que podría situarla por delante en esta carrera científica y tecnológica.

Más preguntas que respuestas
Por ahora, los científicos coinciden en que lo hallado son huellas químicas compatibles con procesos biológicos primitivos, aunque también podrían tener un origen inerte. Lo cierto es que, de confirmarse, estaríamos ante una de las pruebas más sólidas de que Marte albergó formas de vida microscópicas hace miles de millones de años.

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