La anguila eléctrica alcanza descargas de hasta 860 voltios en el Amazonas
La anguila eléctrica, habitante de los ríos Amazonas y Orinoco, es capaz de liberar descargas de hasta 600 voltios, con picos documentados de 860 voltios, una intensidad suficiente para aturdir a grandes presas e incluso poner en riesgo la vida humana. Investigaciones recientes citadas por National Geographic revelaron la existencia de al menos tres especies diferentes de este extraordinario pez.
Adaptaciones
que desafían el entorno
El hábitat de la anguila eléctrica se extiende por aguas
tranquilas, turbias y con bajos niveles de oxígeno de los afluentes amazónicos
y orinocenses. Gracias a su capacidad para respirar aire atmosférico, puede
sobrevivir en charcas aisladas o riachuelos en temporada seca, un recurso vital
donde otros peces fracasan. Pero su innovación evolutiva más extraordinaria es
la generación de electricidad, una herramienta decisiva para cazar, comunicarse
y defenderse en un entorno donde la visión apenas sirve.
La selección natural favoreció a
las anguilas capaces de producir descargas más intensas, ya que estas pueden
repeler depredadores y aturdir presas como peces y crustáceos. Este mecanismo
convierte a la especie en una auténtica dominadora de su ecosistema.
Una
batería viviente de alta precisión
La descarga eléctrica de la
anguila se produce gracias a tres órganos internos —el principal, el de Hunter
y el de Sach— compuestos por miles de electrocitos, células musculares
modificadas que generan electricidad. Cada una produce 0,15 voltios, pero en
conjunto alcanzan cientos de voltios en un solo pulso. Así, el cuerpo entero
funciona como un sofisticado generador biológico.
Algunas especies, como Electrophorus voltai, pueden superar los 2,5 metros de
longitud y alcanzar los 22 kilos de peso. Los estudios más recientes
identifican tres especies principales: Electrophorus
electricus, E. varii
y E. voltai, con diferencias notables en potencia
eléctrica y distribución geográfica.
Electricidad
y diversidad en la evolución
La capacidad de generar
electricidad no es exclusiva de la anguila eléctrica. Otras especies, como
ciertos siluros (hasta 400 voltios), rayas eléctricas (200 voltios) y
uranoscópidos (45 voltios), también la desarrollaron. Los estudios genómicos
muestran que esta habilidad evolucionó de forma independiente al menos seis
veces en distintos linajes, un claro ejemplo de evolución convergente.
La anguila eléctrica, con su
descarga récord de 860 voltios, sigue siendo un símbolo del Amazonas y un
ejemplo extremo de cómo la vida se adapta a las condiciones más exigentes de la
naturaleza.
Comentarios
Publicar un comentario