Un “pez espada” jurásico emerge de las entrañas de Alemania

El hallazgo de Eurhinosaurus mistelgauensis revoluciona la paleontología y revela un depredador jurásico con rasgos únicos, capaz de dominar los mares como un pez espada prehistórico.

Una reciente investigación publicada en Fossil Record ha desvelado el hallazgo de una nueva especie de ictiosaurio en la fosa arcillosa de Mistelgau (Alta Franconia, Alemania). Se trata de Eurhinosaurus mistelgauensis, un reptil marino que vivió hace más de 160 millones de años, cuando los dinosaurios dominaban la tierra y estos gigantes marinos gobernaban los océanos.

Los ictiosaurios, con cuerpos estilizados y adaptados a la vida acuática de forma similar a delfines y peces actuales, fueron depredadores tope entre el Triásico y el Cretácico. En este caso, la nueva especie destaca por su mandíbula superior extremadamente alargada, parecida a la de un pez espada moderno, lo que habría sido clave para capturar presas rápidas como peces y cefalópodos.

Anatomía sorprendente y ecosistemas olvidados

El estudio no solo describe la peculiar mandíbula, sino también costillas especialmente robustas y una articulación craneocervical única, rasgos que amplían la comprensión de la evolución de estos animales. Los fósiles fueron hallados en un entorno conocido como el “campo de batalla de belemnitas”, debido a la gran abundancia de restos de cefalópodos. Este contexto apunta a un ecosistema marino vibrante y productivo donde los ictiosaurios eran cazadores implacables.

Según expertos citados en el artículo, las aguas del Jurásico europeo albergaban una enorme biomasa y diversidad, factores que hicieron posible la existencia de depredadores de gran tamaño.

Más que un fósil: una ventana al comportamiento

Los investigadores planean avanzar hacia el estudio de paleopatologías —enfermedades y lesiones registradas en los huesos fósiles— para desentrañar dinámicas sociales, comportamientos y posibles causas de muerte de los ictiosaurios. Estos análisis podrían revelar si las lesiones eran fruto de la caza, de conflictos entre individuos o de enfermedades, aportando una visión más realista de la vida marina en el Jurásico.

Mistelgau, un tesoro científico

La fosa de Mistelgau, excavada desde 1998, se reafirma como un santuario paleontológico de referencia en Europa. El hallazgo de Eurhinosaurus mistelgauensis no solo enriquece la clasificación de especies, sino que también refuerza el valor de la investigación multidisciplinaria —desde la geología hasta la ecología marina— para reconstruir los ecosistemas prehistóricos en toda su complejidad.

Un monstruo marino que resurge desde el pasado

El descubrimiento de esta especie no es únicamente un dato más en los registros fósiles: representa un salto en la comprensión de cómo los grandes depredadores marinos evolucionaron, cazaron y sobrevivieron en un mundo desaparecido. Con cada fósil, los científicos están un paso más cerca de revivir las historias ocultas en los océanos jurásicos.

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