Encuentran fósiles microbianos vivos en lo más profundo del océano Pacífico
Los científicos han
encontrado vida microbiana en sedimentos marinos depositados hace 100 millones
de años a 6.000 metros de profundidad en el Océano Pacífico. La mayoría son
unicelulares y solo perceptibles al microscopio.
Microorganismos que han
estado inactivos durante casi 100 millones de años a 6.000 metros de
profundidad en el Océano Pacífico, pueden revivir y reproducirse si se les
proporciona el alimento adecuado.
Lo han comprobado en
laboratorio investigadores japoneses, que publican sus resultados en la revista
Nature Communications.
Los investigadores
perforaron numerosos núcleos de sedimentos a casi 6.000 metros de profundidad
en el Giro del Pacífico Sur, un área de 37 millones de kilómetros cuadrados que
es una de las regiones menos exploradas del planeta, a pesar de que representa
el 10% de la superficie total de los océanos terrestres.
La superficie de este
vórtice muestra un agua completamente cristalina, pero es muy baja en
nutrientes: es una región estéril conocida también como el desierto marino.
En esas profundidades,
los sedimentos, conocidos también como nieve marina, están formados por
desechos orgánicos procedentes de la superficie del mar, así como por polvo y
otras partículas que han llegado hasta allí transportadas por el viento o las
corrientes oceánicas.
Los científicos
descubrieron que el oxígeno estaba presente en todos los núcleos a esas
profundidades, lo que sugiere que, si el sedimento se acumula lentamente en el
fondo marino a una velocidad de no más de un metro o dos cada millón de años,
el oxígeno penetrará desde el fondo marino hasta el sótano.
Estas condiciones hacen
posible que los microorganismos aeróbicos, aquellos que requieren oxígeno para
vivir, sobrevivan durante escalas de tiempo geológicas de millones de años.
Vida atrapada
Pequeñas formas de vida
han quedado atrapadas también en este sedimento, como bacterias, microalgas y
protozoos (animales eucariotas). La mayoría son unicelulares y solo son
perceptibles al microscopio.
Los científicos se
llevaron las muestras obtenidas de estos sedimentos a sus laboratorios y
descubrieron que los microorganismos no eran fósiles, sino seres vivos capaces
de alimentarse y de dividirse, a pesar del tiempo transcurrido desde que
quedaron atrapados en los sedimentos marinos.
Casi todos los
microorganismos analizados en el laboratorio, el 99,1%, que se habían
depositado en los sedimentos hace más de 100 millones de años, estaban vivos y
dispuestos a alimentarse.
Sorpresa mayúscula
La sorpresa de los
investigadores fue mayúscula: el coautor Steven D’Hondt, explica que este
descubrimiento «muestra que la vida en los viejos sedimentos de los océanos es
ilimitada, que todavía hay organismos vivos en los sedimentos más antiguos con
la menor cantidad de alimentos, y que pueden volver a la vida, crecer y
multiplicarse «.
Según el autor
principal, Yuki Morono, la vida de los microbios en el subsuelo es muy lenta en
comparación con la vida que está por encima, por lo que la velocidad de
evolución de estos microbios será más lenta. «Queremos entender si estos
antiguos microbios evolucionaron y, en ese caso, cómo lo hicieron”, señala. Y
añade: «este estudio demuestra que el subsuelo es una excelente ubicación para
explorar los límites de la vida en la Tierra».
Referencia
Aerobic microbial life persists in oxic marine sediment as old
as 101.5 million years. Yuki Morono et al. Nature Communications volume 11,
Article number: 3626 (2020). DOI:https://doi.org/10.1038/s41467-020-17330-1
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