Un equipo de astronautas viaja a Canarias para aprender a explorar la Luna y Marte
Un equipo de astronautas, ingenieros y geólogos viaja a las Islas Canarias (España), una de las zonas volcánicas más importantes de Europa, para aprender cómo explorar mejor la Luna y Marte en el marco del curso de formación geológica Pangea de la ESA.
Los participantes en esta edición son el astronauta
de la ESA Andreas Mogensen, el ingeniero de la ESA Robin Eccleston y la
astronauta de la NASA Kathleen Rubins, quien forma parte del grupo de
astronautas seleccionadas para el posible aterrizaje en la Luna con la misión
Artemis, en la que la investigación de la geología lunar será fundamental.
En septiembre, el equipo aprendió a identificar
muestras de rocas interesantes y rastros de vida durante las salidas de campo a
los Dolomitas italianos y al cráter Ries de Alemania.
Gracias a las enseñanzas de los principales
científicos europeos, «ahora somos capaces de escuchar y comprender mejor el
latido geológico del planeta. Algunas rocas son como libros abiertos que
cuentan la historia de nuestro sistema solar», declara Andreas.
Los paisajes volcánicos de Lanzarote están
excepcionalmente bien conservados, y la reciente actividad geológica los
convierte en un museo único al aire libre. Aquí, las corrientes de lava
basáltica se asemejan a las vastas llanuras de los mares lunares y los volcanes
son parecidos a los de algunas regiones de Marte.
«En Lanzarote podemos estudiar realmente las
interacciones geológicas entre la actividad volcánica y el agua, que son dos
factores clave en la búsqueda de vida», explica Samuel Payler, coordinador de
formación de Pangea. Sorprendentemente los microorganismos son capaces de
desarrollarse en el interior de las rocas a pesar de la aparente esterilidad del
medio.
El vulcanismo no es exclusivo de la Tierra. Nuestra
Luna tuvo una gran actividad volcánica hasta hace menos de dos mil millones de
años. En la actualidad, Marte es un desierto frío y seco, pero en el pasado la
mayor parte de la superficie estaba formada por agua y volcanes de una manera
muy parecida a la de la Tierra. El Planeta Rojo tiene el mayor volcán conocido
de nuestro entorno planetario: el monte Olimpo, de 22 km de altura.
Pangea, llamada así por el antiguo supercontinente,
prepara a los astronautas para expediciones a otros planetas. Los alumnos
adquieren capacidades y conocimientos, tanto sobre el terreno como en el aula,
adaptados a las necesidades de los futuros exploradores planetarios.
Los participantes analizan la química y mineralogía
del suelo, eligen sus propias rutas de exploración y se apoyan en la
tecnología, en constante comunicación con los equipos científicos y de
formación.
«Entrenamos a los astronautas para que puedan
interpretar y describir paisajes y realizar un muestreo eficaz teniendo en
cuenta el entorno que les rodea, como polvo y rocas volcánicas», afirma
Francesco Sauro, director del curso técnico de Pangea.
«Desde seleccionar el lugar de aterrizaje hasta
describir las muestras con el vocabulario científico adecuado, esta es la
formación geológica básica que van a necesitar en las futuras salidas de campo
de las misiones lunares», añade el geólogo.
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