Alertan sobre próximo megaterremoto y tsunami que podrían devastar la costa del Pacífico de Estados Unidos
Hace 322 años se registró un devastador terremoto, de entre 8.7 y 9.2 grados de magnitud, que devastó amplias zonas de la costa noroeste de Estados Unidos y del suroeste de Canadá, desde la isla de Vancouver al norte de California. El tsunami que ese sismo provocó causó, también, severa devastación en esa región y fue tan intenso que dañó también con severidad las costas de Japón, miles de kilómetros del otro lado del Océano Pacífico.
Ese terremoto, acontecido el 26 de enero de 1700,
tuvo lugar en la llamada zona de subducción de Cascadia, en el Pacífico
noroccidental, una región de tremendo riesgo sísmico pero que no es tan
conocida a escala general como, por ejemplo, el área más al sur en la región de
la falla de San Andrés, en California.
Así, aunque
es imposible predecir cuándo, los expertos consideran que tarde o temprano
volverá a registrarse un gran terremoto en la zona de Cascadia, pues hay
evidencia de que antes de 1700 tuvieron lugar allí varios sismos de gran
magnitud, con un intervalo entre ellos de 500 años. Pero a diferencia del
pasado, cuando la zona que va de Vancouver al Norte de California se encontraba
escasamente poblada, hoy se alzan allí numerosas ciudades y la población suma
millone.
Algunas personas, como comentó Bridget Good en el
periódico Salem Statesman Journal, señalan que si se toma en cuenta un periodo
de tiempo más amplio, se identifica que en los últimos 10,000 años se han
registrado en la zona de Cascadia grandes terremotos cada 223 años en promedio.
Por ello, lo imperativo es que la población de esa
amplia región (como la de toda aquella que se ubique en zonas de alto riesgo
sísmico) se prepare al máximo posible para poder responder en caso de que se
desate un gran terremoto.
Good, quien es parte del Equipo Comunitario de
Respuesta ante Emergencias de Salem, Oregon, alerta en su artículo que el
próximo gran terremoto “indudablemente abrumará a los servicios locales de
emergencia. Caminos y puentes serán muy dañados. La mayoría de los sistemas de
comunicación estarán caídos. Se espera que el Valle de Willamette [una amplia
franja de 240 kilómetros en Oregon que va de Portland a Eugene] se quedaría sin
gas natural por incluso 50 días, 100 días sin electricidad y 400 días sin agua
ni drenaje” / LEER NOTICIA COMPLETA
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