¿Cómo llegaron estos huesos humanos a los bloques de lava?

 

Bloques de lava con huesos humanos incrustados, este es un secreto que lleva cientos de años sin descubrirse y que es uno de los elementos que lleva a la necrópolis de La Cucaracha en Villa de Mazo (La Palma) en uno de los lugares más curiosos de la isla.

En esta pieza hay fragmentos de mandíbula, costillas, piezas de huesos largos y tejido esponjoso. La datación coincide presumiblemente con la erupción de La Malforada-Nambroque (1.050), que se produjo en la dorsal de Cumbre Vieja. Esto supone que este bloque fue trasladado desde la Cumbre a la cavidad de La Cucaracha, separados por unos nueve kilómetros en línea recta.

Este es uno de los yacimientos más extraños e interesantes de La Palma, tal y como asegura el historiador, arqueólogo e investigador Jorge Pais.

Se trata de amplio cejo en el que los benahoaritas de las fases I y II (las más antiguas) quemaron a sus seres queridos durante cientos de años y que aún guarda algunos misterios sin resolver. Entre los restos arqueológicos más destacables figuran unos bloques de lava con incrustaciones de huesos humanos, un caso único en la arqueología de Canarias.

Hasta el momento, se han lanzado diferentes teorías sobre esos bloques lávicos que van desde la existencia de una erupción volcánica en las inmediaciones que afectó a una necrópolis preexistente y a los cuerpos que había sido depositados allí previamente, que esos restos fueran trasladados desde otro lugar, en concreto desde la zona de las coladas de La Malforada, junto al cráter del Duraznero (Cumbre Vieja) o incluso que los cuerpos fueron quemados en el mismo yacimiento.

Para intentar resolver esta cuestión Jorge Pais ha trabajado junto al Doctor en Vulcanología y miembro del Instituto de Geología Nacional-IGN, Stavros Miletlidis, en una alianza para llevar a cabo un proyecto de investigación que resuelva las dudas que, en este momento, aún impiden conocer qué ocurrió, exactamente, con los cuerpos que aparecen incinerados en este yacimiento.

Además de los cuerpos, en este espacio también han sido encontradas numerosas vasijas de la Fase II, muchas de las cuales forman parte de la exposición permanente del Museo Arqueológico Benahoarita (ubicado en Los Llanos de Aridane), que formaban parte de la colección de Miriam Cabrera Medina. Las excavaciones han sido dirigidas por Nuria Álvarez Rodríguez.

La pieza principal de este yacimiento tiene unas dimensiones de 27 por 23 centímetros, y fue encontrada en la Necrópolis de La Cucaracha, en la montaña de las Tabaibas de la zona de costa del municipio de Mazo. Esta pieza, única en Canarias, es fundamental para conocer si la lava enterró un cementerio aborigen, si fallecieron durante la erupción o fueron quemados en dicho yacimiento.

La roca fue hallada en una excavación del 20 de septiembre de 1963 por Ramón Rodríguez Martín y Myriam Cabrera Medina y de acuerdo a las dataciones del Carbono 14 de los huesos de la pieza de lava que datan de hace 1.090 años.

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Referencia: https://www.abc.es/espana/canarias/abci-tras-enigma-como-llegaron-estos-huesos-humanos-bloques-lava-202202011510_noticia.html

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