La primera luz que iluminó al Universo no provino del espacio
Una señal interpretada como la primera luz que
iluminó el cosmos en el llamado "amanecer cósmico" puede no haber
provenido de los confines del Universo, según ha descubierto un nuevo estudio.
En concreto, puede que ni siquiera se haya originado en el espacio: sería un
error o una distorsión producida por el instrumento utilizado en la
investigación previa que postuló su existencia.
Un equipo de científicos dirigido por el astrónomo
Saurabh Singh, del Instituto de Investigación Raman, en la India, sostiene en
un estudio publicado recientemente en la revista Nature Astronomy que la señal
propuesta en 2018 como la “primera luz” que alumbró al Universo en el
denominado “amanecer cósmico” no se habría producido en el cosmos.
Para los investigadores, sería en realidad el
producto de un error o de una distorsión generada por el instrumento de banda
baja Experiment to Detect the Global Epoch of Reionization Signature (EDGES),
utilizado en la investigación de 2018. De acuerdo a un artículo publicado en
Science Alert, si esta interpretación es finalmente confirmada, derrumbaría la
idea que postula la necesidad de explicar esa luz inicial con un nuevo modelo
astrofísico del Universo, diferente al tradicional.
El llamado “amanecer cósmico” cubre un período
ubicado entre 250 y 350 millones de años después del Big Bang, según otro
estudio publicado en 2021 en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
En principio, el Universo nació hace 13.800 millones de años a partir de la
gran explosión inicial conocida como Big Bang. Luego de un primer fulgor,
atravesó un período de total oscuridad denominado como la edad oscura cósmica.
Sin embargo, en un momento esa noche profunda
concluyó y las primeras estrellas trajeron luz al cosmos. El “amanecer
cósmico”, que según otras visiones se extiende desde 50 millones hasta
aproximadamente 1.000 millones de años después del Big Bang, sería el proceso
que hizo posible el surgimiento de esas luces iniciales.
Originalmente, el cosmos estaba poblado de una
niebla turbia y caliente de gas ionizado, que hacía imposible que la luz fluya.
Cuando esa niebla se enfrió lo suficiente, los protones y los electrones
presentes comenzaron a recombinarse en átomos de hidrógeno neutros. Al formarse
las primeras estrellas y galaxias, su luz ultravioleta reionizó gradualmente el
hidrógeno neutro que dominaba el espacio cósmico: ese extenso período de
reionización hizo posible que la luz viaje libremente.
En líneas generales, la ionización es el fenómeno
químico o físico a través del cual se producen iones, o sea átomos o moléculas
cargadas eléctricamente. La gran búsqueda de los astrónomos consiste en
detectar la primera luz o destello que rompió el ciclo de oscuridad posterior
al Big Bang, porque si lo logran será posible entender en profundidad todo el
proceso que derivó en el Universo que hoy podemos ver.
El estudio de 2018 postuló haber descubierto esa
señal en bajas frecuencias de radio, pero los datos hallados no se
correspondían con los modelos cosmológicos convencionales: para explicarla, por
lo tanto, sería necesario desarrollar un modelo alternativo. Ahora, los
investigadores a cargo de la nueva investigación sostienen que la señal
detectada en realidad no fue generada en el cosmos: se trataría de un error de
interpretación en los datos o de distorsiones derivadas del uso del instrumento
elegido.
Los investigadores concluyen que la señal en
cuestión no es de origen astrofísico, rechazando esta posibilidad con un 95,3
por ciento de confianza. Esto sugiere que el perfil encontrado no es evidencia
de nueva astrofísica o cosmología no estándar, según el equipo dirigido por
Singh. ¿Habremos vuelto al principio y esa luz inicial que se creía haber
encontrado se habrá esfumado súbitamente?
On the
detection of a cosmic dawn signal in the radio background. Singh, S., Nambissan
T., J., Subrahmanyan, R. et al. Nature Astronomy (2022).
DOI:https://doi.org/10.1038/s41550-022-01610-5
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