Redescubren en Ecuador una flor silvestre que se creía extinta desde hace 40 años
Se redescubrió una flor silvestre sudamericana que
durante mucho tiempo se creyó extinta. La Gasteranthus extinctus fue encontrada
por los biólogos en las faldas de la cordillera de los Andes y en los terrenos
remanentes del bosque en la región de Centinela, en Ecuador, casi 40 años
después de su último avistamiento.
La extensa deforestación en el oeste de Ecuador a
finales del siglo XX provocó la presunta extinción de varias especies de
plantas, entre ellas la Gasteranthus extinctus, razón por la que los
científicos le dieron ese nombre.
A pesar de los informes que indican que más del 97%
de los bosques de la mitad occidental de Ecuador han sido destruidos o
convertidos en tierras de cultivo, incluida la mayor parte de la cresta de
Centinela, los investigadores comenzaron a buscar el verano pasado, empezando
por examinar las imágenes satelitales para identificar la selva tropical
primaria intacta.
“Centinela es un lugar mítico para los botánicos
tropicales“, comentó Nigel CA Pitman, uno de los investigadores del
descubrimiento. “Pero debido a que fue descrito por los mejores especialistas
del sector, nadie comprobó realmente la ciencia. Nadie regresó para confirmar
que el bosque había desaparecido y que esas especies se habían extinguido”.
“Nos adentramos en Centinela pensando que nos iba a
romper el corazón y, en cambio, terminamos enamorándonos“.
Esta flor silvestre tropical se caracteriza por sus pétalos
de color naranja neón y su gran bolsa inferior, por donde pueden entrar y salir
los polinizadores.
Los investigadores identificaron la planta durante
las primeras horas de búsqueda, utilizando únicamente imágenes de especímenes
secos de herbario, bocetos y una descripción escrita como referencia.
Procurando no dañar las raras plantas restantes,
tomaron fotos y recolectaron algunas flores caídas antes de recibir la
confirmación de su identidad por parte de un experto taxonómico.
A pesar de estar en peligro de extinción, la
Gasteranthus extinctus mantendrá su nombre.
El grupo de investigación ahora trabaja con
ecologistas ecuatorianos para proteger algunos de los fragmentos restantes
donde viven las flores de Centinela.
“El redescubrimiento de esta flor demuestra que no
es demasiado tarde para cambiar incluso los peores escenarios de biodiversidad,
y muestra que existe un valor en la conservación incluso de las áreas más
pequeñas y degradadas”, comentó Dawson White, investigador postdoctoral en el
Field Museum en Chicago y coautor principal del artículo publicado en la
revista PhytoKeys.
“Todavía se siguen descubriendo nuevas especies, y
aún podemos salvar muchas cosas que están al borde de la extinción”.
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